El pasado lunes tenía lugar la catorceava entrega del formato presentado por Jordi González, 'Conexión Honduras'. El programa daba comienzo con la aparición en plató de Lara Sajén tras convertirse en la décima expulsada definitiva del concurso el pasado jueves 8 de julio. La argentina tuvo la oportunidad de hacer balance de su concurso y repasar algunos de los momentos más polémicos que ha protagonizado y que, en palabras del propio presentador, no olvidará nadie en años por su sinceridad.
Una sinceridad que, en opinión de la exsuperviviente, la diferenciaba de muchos de sus compañeros, que buscaban sortear las discusiones y quedar bien con el resto para evitar ser nominados y llegar a la final. Esta conversación hizo de las de introducción hasta acabar dando paso a la alusión a Sylvia Pantoja, una de las concursantes con las que la argentina ha enfrentado más discusiones durante su estancia en Honduras.
El programa proyectaba varios vídeos que se resumían las continuas idas y venidas entre Lara Sajén y Sylvia Pantoja. Asimismo, en varias ocasiones, Lara Sajén tildó a Sylvia Pantoja de tránsfoba por algunos de los ataques que supuestamente había recibido donde, a su parecer, no la consideraba mujer. En esta última gala, la cantante quiso volver a defenderse y zanjar dicha conversación. "Una única frase voy a decir al respecto y no quiero hablar más del asunto, porque es absolutamente irracional. Yo no soy transfóbica, Jordi", aclaraba.
Queda un largo camino
Momento que el presentador aprovechaba para contarle a la recién llegada, parte del colectivo LGTBI, el reciente asesinato en plena calle del joven Samuel, un trágico hecho mientras el cuál sus artífices le gritaban "maricón". Lara Sajén se echó a llorar en cuanto fue conocedora de la triste noticia y recordó cuando, unas semanas antes, reivindicó el orgullo con un altar y contó su proceso de transición.
Lara Sajén abrió su corazón con el resto de supervivientes. Les habló del proceso de su cambio de sexo, cómo se dio cuenta de que quería operarse, cómo se lo contó a sus familiares y, en definitiva, la emoción y la felicidad que sentía cada vez que escuchaba su nuevo nombre, Lara Sajén. "Sabía que quedaba mucho por hacer, pero con esto me doy cuenta de que el camino es aún más largo de lo que pensaba", se lamentaba. "La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia sí lo es", concluía el presentador, ganándose la aprobación de todos los presentes.