Como el resto de los concursantes que fueron siendo expulsados y regresaron a España, Ana María Aldón, segunda clasificada de 'Supervivientes 2020', tiene que enfrentarse a todo lo que ha ocurrido durante sus tres meses en Honduras. Para ir poniéndole al día, Jorge Javier Vázquez le ha enseñado algunas imágenes durante el debate final del reality.
Un pequeño vídeo a modo de resumen en el que ha podido ver algunas de las preguntas del polígrafo de Kiko Jiménez asegurando que no querían a Ana María en la familia e incluso que le dedicaban algún que otro insulto o a la hermana de su marido Ortega Cano dedicándole un descalificativo cuando creía que no le escuchaban, así como otras imágenes en las que aseguraban las hermanas del torero que no tenían ningún problema con ella.
Al ver todo ello, Ana María se ha quedado bastante alucinada pero huyendo de trifulcas: "Yo no creo que lo haya dicho con la intención de... más bien ¡qué hijaputa! porque le ha sentado mal y ya está, pero es la hermana de mi marido y la respeto. Yo me llevo bien con todo el mundo porque no entro en conflicto con nadie. Yo vivo felizmente con mi marido y los demás viven en sus casas ", decía sin querer entrar a opinar demasiado.
Ana María: "Ahora tengo que ver los daños colaterales"
Para evitar que pensara que sus tres meses en Honduras habían sido con ese tipo de contenido en televisión, Vázquez le ha explicado que esas imágenes pertenecen al inicio del programa y que después todos han halagado su concurso. Pero eso no le ha hecho tranquilizarse y no ha podido evitar que los ojos se le llenasen de lágrimas.
" Me emociono porque soy la culpable de ello. Yo sabía que esto podía pasar, pero vine con dos propósitos y cuando salga veré si se han cumplido: uno para que dejaran de decirme 'aprovechada' y el otro por mi madre. Uno está cumplido creo porque la gente espero que haya visto cómo soy. Y el otro es porque mi madre está en una sitaución especial y quiero cuidarla. Ahora mismo estoy contenta con mi paso por el programa pero ahora tengo que ver los daños colaterales ".
En lo que tampoco ha querido entrar pero sí parece estar algo molesta es en la posibilidad de ampliar la familia. Al ser preguntada por si quiere seguir siendo madre de nuevo, Ana María ha corroborado que está ilusionada con ello pero "los demás parece que no, me dijo mi hija que parece que no hay muchas ganas. Espérate que preguntemos a mi marido y al resto de hijos". Por tanto parece que necesitan más opiniones para tomar la decisión.