Después de que el programa tuviese acceso en exclusiva los papeles del reparto de la herencia del fallecido torero, sus compañeros de programa ponían en duda las palabras de Kiko Rivera. Por un lado, el reconocimiento público de que no tenía constancia de qué era lo que le correspondía a él de los bienes de su padre y, por otro, no tener constancia exacta de qué fue lo que vio en el famoso cuarto de Paquirri en Cantora. La colaboradora tampoco pudo reconocer qué era lo que su marido sabía de todo esto justificando que no habían hablado en profundidad de todo esto porque simplemente estaba ahí para ayudarle.
Unas palabras que no parecían creíbles para sus compañeros, que seguían cuestionándola. Hasta que finalmente Irene Rosales perdí la paciencia y explicaba el motivo por el que guardaba silencio, que seguía siendo el desconocimiento que tenían. La colaboradora aseguró que su marido no sabía qué era lo que le correspondía de la herencia porque toda la vida le habían dicho que su padre no le había dejado nada y, además, tampoco tenían constancia de qué era lo que había en ese famoso cuarto porque hasta ella misma le había pedido a Isabel Pantoja algún objeto personal de Paquirri y esta le aseguró que no quedaba nada.
"He visto a mi mujer llorar y eso me parte el alma"
"Lo que no quiero es que mi madre me deje un pufo"
Una complicada situación que el DJ acompañaba con la realidad que les estaba tocar a ambos como familia: "Quiero que seamos una familia feliz, aunque ahora estemos mas solitos en las fechas que son. Las primera Navidades sin mi suegra, las primera sin mi madre, aunque que creo que a ella le da igual porque no me llama y yo no la voy a llamar porque estoy cansado".
También Kiko Rivera quería dejar claro que las cosas no eran tan fáciles de entender como querían hacer ver los colaboradores del programa ya que, pese a no perdonar lo que su madre había hecho, "no deja de ser mi madre". "Es muy duro lo que estamos viviendo en casa", confesó. Tras esto, quiso dejar claro una vez más qué era lo que quería sacar de todo lo que estaba ocurriendo: "Yo no quiero dinero, no quiero herencia. Lo que no quiero es que mi madre me deje un marrón en un futuro ni yo a mis hijos. A mi la herencia me da igual, que llevo 36 años sin heredar nada. Lo que no quiero es que mi madre me deje un pufo".
Tras esto, el DJ también ha querido dejar claro que no se arrepentía de nada de lo que había dicho en aquel programa de 'Cantora: Herencia evenenada': "Yo no me arrepiento, lo que pasa es muy doloroso. Sé lo que hago, a pesar de que en mi vida haya sido impulsivo. Esta vez no. Llevo bastante tiempo dándole vueltas". Tras esto, ha querido dejar claro que tuvo más oportunidad de sacar esto a la luz, como cuando visitó 'Sábado Deluxe'. Por este mismo motivo, no dudó en culpar a su madre de haber sacado esto a la luz por "llamar a otra gente, periodistas fuera de cámara" e, incluso "haber hablado de mi mujer". "Porque tú me diste la vida, pero ella me la ha salvado", asegurando que no va a permitir que nadie diga nada de ella. Toda una declaración de intenciones que no le pone las cosas fáciles -de nuevo- a Isabel Pantoja.