"El peor momento de mi vida, sin duda, es ese", decía sin querer ni siquiera decir la palabra: "Es el momento más difícil quizá que haya vivido como persona. El momento más duro, el momento más complicado. Muy triste para la familia entera. Yo no estaba bien, no estaba bien con ella (por su mujer), no estaba bien con mis hijos, mal humor, pena...". Entonces ha profundizado un poco más contando cómo eran las visitas que realizaban: "Eso es algo que lo tienes que vivir porque pasas, en cuestión de horas, de ser el momento más feliz del día a ser el más triste. Llegas a ese sitio sabiendo que vas a ver a tu madre, ese momento llegas con esa alegría de voy a sentirla, pero eso es un tiempo. En el momento que hacen así (dando golpes en la puerta), se acabó y se cierran las puertas. Y llegaba a mi casa de morirme. De hecho yo muchos días me despertaba por la mañana y buscaba para llamar a mi madre y hasta que no daba seis o siete tonos no caía en que no estaba".
Kiko Rivera: "Mi madre pagó lo que tenía que pagar"
Y el relato ha terminado con Kiko Rivera contando cómo celebraron que su madre había recibido la libertad condicional y era libre. Eso fue una fiesta. Estábamos en Cantora toda la familia, todos los amigos. He de decir que ha pasado lo que ha tenido que pasar, ya pagó lo que tenía que pagar y yo me siento orgulloso de mi madre. Me siento feliz porque haya superado eso, que no lo supera cualquiera. Y ella ahora está estupenda", relataba con una gran sonrisa y dejando a un lado esa emoción que le invadó al recordar cómo eran las visitas a Alcalá de Guadaíra.