El pasado viernes el plató de 'Sálvame Deluxe' vivía uno de los momentos más esperados por los seguidores del programa. Tras muchas intentonas fallidas, Kiko Rivera acudía por primera vez al programa no solamente para hablar de su familia y asuntos personales, sino para poner a prueba sus afirmaciones gracias a la máquina de Conchita, el temido polígrafo. Y es que, como él mismo aseguraba, los problemas con Hacienda, que le reclama más de 200.000 euros, le están llevando a hacer cosas que antes no se había planteado. "Hago todo esto por dinero", aseguró el dj.
Sobre la vida en la cárcel de su madre dijo que era dura pero que "le va a dejar muchísimas cosas positivas. Lo que yo pienso, y que se debería dar cuenta, que cuando pase toda esta pesadilla, debería tener vida, que su vida vaya más allá de estar todo el día con la familia... Mi madre necesita salir y entrar, que si la gente quiere hacerse una foto con ella que se la haga".
Un chico sincero
Algo digno de elogiar del hijo mayor de Isabel Pantoja fue la enorme sinceridad con que afrontó las preguntas. De esta manera, pudimos saber que tiene un problema de olor corporal, que no usa efectos para mejorar su voz en las canciones, que le tendió una trampa a Alberto Isla para desenmascararle delante de su hermana, que se quiere casar con su actual novia, que quiere más a su hermano Cayetano que a Fran Rivera, que ve injusto que su madre esté en la cárcel o que algunas ocasiones no ha llamado a su hermana para avisarle que iba a ir a ver a su madre.