La carta comienza así: "Estoy haciendo mi concurso de una forma muy sincera y transparente, espero que os llegue así y también espero que mi gente esté orgullosa de mí. Esto me preocupa mucho, quiero hacer las cosas bien, pero es muy difícil hacer un buen concurso, o por lo menos es muy difícil que se vea así desde casa. (...) Ya soy bastante consciente de dónde estoy y del juego de la gente, como ya dije, no quiero quedarme atrás, aprendo rápido y yo también estoy haciendo mi juego. Sabes lo que te quiero, lo que te echo de menos y todo lo que pienso en ti".
Además, continúa diciéndole a su marido lo siguiente: "Echo de menos cada minuto desde que nos levantamos juntos, desayunamos, paseamos a Nanukete, nuestras rutinas, que te vayas al gym y que vengas hambriento, que tengamos nuestras reuniones, nuestro trabajo, todo amor. Tú mejor que nadie puede saber lo que es un reality, las cosas que pasan aquí, que son cosas normales y cotidianas, encontrar apoyos o gente con la que compartir las historias de tu vida sin ser juzgada, simplemente limitándose a escucha sin poder pensar que se cuenta con algún tipo de segundas, es muy difícil. Por eso al final paso más tiempo con Kiko que con mucha otra gente, porque no me siento juzgada, simplemente escuchada y respetada. También me siento así con Irene y con el resto de niñas".
Cada día más cercana a Kiko
"Cuando Diego y yo lo dejamos sé que hubo otras. Está perdonadísimo. Fue muy sincero conmigo. ¿Qué hago, me quedo anclada? Lo contrario, se fue con otras pero volvió conmigo. Durante un tiempo hizo su vida. Yo estuve muy mal, solo me lié con un tío una noche que salí de fiesta. Un tonteo de una noche con una tía a mí no me importa. Prefiero que no me pase pero no tiraría una relación por eso. Yo perdonaría antes algo carnal que algo sentimental", decía Estela Grande ante la atónita mirada de Kiko Jiménez.