Tiempo después, Makoke concedía una entrevista a 'Viva la Vida', lo que obligaba al colaborador de 'Sálvame' a volver a analizar el estado en el que se encuentra la relación con su hija Anita tras las palabras de su exmujer. La colaboradora aseguraba a Emma García que era mentira que su exmarido hubiese tratado de reconciliarse con su hija, con quien lleva más de un año sin dirigirse la palabra.
"Siempre ha sido él el que ha atacado y yo me he defendido. Es indignante escucharle decir que no quiere ser crítico y que ha tendido un cable con Anita, no sé qué cable. No ha habido llamada ni Whatsapp. La última vez ella le puso un Whatsapp cuando estuvo en el hospital y fue la callada por respuesta", expresaba la colaboradora en el mismo espacio en el que, un día después, el aludido desmentía sus palabras.
Por su parte, Kiko Matamoros se defendía alegando que, si bien no podía hablar en ese momento ya que se encuentran inmersos en batallas judiciales, lo haría cuando las circunstancias fueran las propicias. "Es una pena no poder hablar espero que el tiempo y las circunstancias me lo permitan. De momento, no puedo decir absolutamente nada... Yo no voy a contestar a esta señora primero porque no debo y segundo porque cuando lo haga lo haré con todas las cartas en la mano. No he mentido absolutamente en nada y ya está", concluía con claridad.
Muy afectado
La presentadora del programa abordaba al colaborador para conocer en qué punto estaba la relación con su hija Anita. "Respecto a lo de mi hija, cada uno tiene su entendimiento de cómo tienen que ser las relaciones y la educación con un hijo y no por consentirles y permitirles que hagan lo que quieran se les educa mejor. Ella tendrá su forma de educar a su hijo, sabrá los resultados que ha obtenido. Yo he tenido otra forma de hacerlo con los míos y sé cuando me he equivocado, cómo y por qué y procuro no volver a hacerlo", explicaba y, momentos después, lamentaba no tener una mejor relación con ella. "La vida pasa y el tiempo no es recuperable", concluía pudiendo advertirse su tristeza en el semblante.
Asimismo, el colaborador sospechaba que podía haber alguien detrás que estuviera influyendo a su hija a tomar esta decisión. "Cuando ella estuvo mal yo me preocupé a través de su madre, de su estado todos los días y al revés no he recibido el mismo trato, que no lo echo en cara. Yo hablo de que posiblemente pueda estar influenciada, esta señora se da por aludida pero yo no me refiero a ella exclusivamente ni la señalo, las influencias pueden ser de muchas personas", terminaba hablando un Kiko Matamoros, visiblemente afectado, alegando que no se trataba de una guerra donde hay ganadores y perdedores, sino de un desastre emocional.