Uno de los motivos por los que Kiko Matamoros está decepcionado con el programa ha sido por el despido en directo de Antonio Canales: "Me pareció la forma más fea de humillar a un profesional y verdaderamente para mí, no me he sentido orgulloso de trabajar en este programa viendo cómo se han hecho así las cosas. Lo siento mucho porque sé que son decisiones que a veces se toman en aras del espectáculo y supongo que sin la voluntad de hacer daño a la gente pero creo que un profesional bueno, malo o regular se merece otro trato y a veces hemos jugado a eso pero sabíamos todos que estábamos jugando y no me ha gustado absolutamente nada".
Además, Matamoros sacaba el tema de los datos de audiencia: "Tampoco estoy de acuerdo con el análisis que hace él y cuando habla de la crisis del diario creo que es innegable que los números no son los mejores pero el origen yo no lo sitúo donde lo sitúa él". Sin embargo, el tema más espinoso es lo relacionado con Rocío Carrasco y su opinión contraria a muchas de las cosas que se han dicho: "El problema no es Rocío Carrasco ni lo que ha contado Rocío Carrasco, el problema es cómo se ha tratado ese tema en este plató".
El colaborador continuaba dando su opinión: "Eso hay gente que le ha parecido mal y que nos ha dado la espalda y si no somos conscientes de eso pues tenemos un problema como la copa de un pino. No solo Rocío Carrasco, la familia Flores Moreno. Si pensara que son definitivos los malos datos el primero que se va de aquí soy yo pero creo que nos hemos equivocado mucho todos. Unos por acción, otros por omisión. Han faltado pelotas, muchas, y han sobrado pelotas también. Al primero que le han faltado ha sido a mí".
"Cuando hablas de determinados temas, a partir de ahí, hay una estigmatización y es algo poco democrático. Creo que la obligación de todos era haber parado, reflexionado y haber dicho que nadie por dar una opinión libre se merece que le expulsen de este plató ni de ninguno. Se pueden confrontar las ideas, las opiniones, sin necesidad de vejar ni atropellar a nadie", decía tajante el colaborador en torno a la tensa situación vivida con su compañero.
La presencia de Makoke, la gota que ha colmado el vaso
Por último, ha habido otra cosa que ha provocado la decepción de Kiko Matamoros y ha sido la presencia de Makoke como comensal de 'La última cena': "Entiendo que está muy bien traerla el jueves si el lunes vuelvo yo, entiendo que forma parte de todo esto. No me molesta, me duele. Entiendo profesionalmente que se la traiga al plató pero en lo personal me duele".
"Me duele porque además yo no he participado en ese programa por un tema económico y no sé lo que habrá costado traerla, supongo que no mucho, pero tampoco sé lo que aporta al margen de este momento. Yo he considerado durante un tiempo que esta era mi casa, de alguna manera pensaba que no se iban a realizar determinadas acciones, que algunas han trascendido públicamente y otras no, pero de las que creo que la mayoría de la gente que trabaja en este programa es conocedora", concluía.