La salud de Kiko Matamoros no termina de remontar. El colaborador de 'Sálvame' fue sometido a una intervención para extirparle la vesícula el lunes 27 de julio y, a priori, todo salió estupendamente bien. Tanto fue así que el colaborador recibió pronto el alta médica y pudo regresar a su hogar para seguir recuperándose allí.
No obstante, unos fuertes dolores le hicieron acudir de urgencia de nuevo al hospital, donde lleva más de una semana ingresado a consecuencia de una infección que los médicos no terminan de controlar. De hecho, después de suministrarle antibióticos al percatarse de que tenía una infección en los conductos de hígado a consecuencia de la operación, finalmente han decidido trasladarse a otro hospital.
Así lo ha contado en 'Sálvame'. El programa en el que colabora ha relatado que los médicos han decidido que la mejor opción era trasladarle a un hospital en Pozuelo de Alarcón (Madrid) para someterle a un drenaje y tratar de parar así la infección: "Ya tomaba los antibióticos de forma oral pero tuvieron que volver a vía intravenosa porque no los toleraba ".
Matamoros, optimista a pesar de la infección
Según han contado, Matamoros ha sido conducido al quirófano para que el equipo médico le haga un drenaje y así limpiar correctamente tanto la zona del hígado, que seguía estando infectado, como los alrededores, evitando un problema muchísimo peor. " Lo han bajado ahora mismo a quirófano para limpiar el foco de infección ", ha contado Rafa Mora al inicio del programa.
Además Nuria Marín ha comentado que el propio colaborador se ha puesto en contacto con la dirección del programa, mostrándose muy optimista y con ganas de poder recuperarse pronto y regresar a su puesto de trabajo. Un optimismo que también muestra su pareja Marta López a través de sus redes sociales, donde va contando a sus seguidores cómo se encuentra.