Kiko Matamoros ha acudido al plato de 'Sálvame' y de nuevo se ha emocionado al hablar de todos sus problemas personales vinculados a la relación con sus hijos. La distancia que se ha creado entre él y Anita Matamoros ha hecho que recuerde que también estuvo distanciado de sus otros cuatro hijos, fruto de su relación con Marian flores.
En este caso ha querido hablar de su vínculo con Lucía Matamoros, la mayor de sus cinco hijos. De ella también estuvo distanciado igual que los tuvo de Diego Matamoros durante cuatro años, pero por suerte consiguieron resolver sus problemas y limar asperezas para volver a estar unidos, algo que sea reflejó cuando estuvo hospitalizado y ella acudió para estar cerca de su padre.
El colaborador del programa ha querido contar que su hija Lucía le visito en su último ingreso hospitalario, y aprovecho esta ocasión para decirle que Marta López, su novia, es muy buena chica y no ha parado de preocuparse por el en sus peores momentos. "Mi hija, que parecía mi madre me cogió la mano y me dijo 'papá no hagas más el idiota, respeta a esta mujer que te quiere, cuídala, creo que te viene muy bien, disfruta, quiérela y sed felices los dos", ha detallado.
Con lágrimas en los ojos, ha sonreído pero recuerda los conflictos familiares que tuvo con sus hijos con mucho dolor: " Con Diego he tenido cuatro años de distanciamiento y eso no lo voy a recuperar en la vida, el daño que te hacen estas cosas no es gratuito, hay brechas que se abren, historias que degradan la relación y no es gratuito".
No quiere ser pisoteado
El distanciamiento que tiene con su hija Anita parece que se alargará en el tiempo, pero él desea con todas sus fuerzas volver a recuperar la relación: "Al final lo pagas todo y soy consciente, tengo mucha nostalgia ahora del tiempo que no he estado con mis hijos y eso no lo voy a recuperar en mi vida y sé que con Ana me va a pasar exactamente igual", y ha reflexionado :"Lo que no puedo hacer es tirarme al suelo como un felpudo y decir 'me podéis pisar".