Pero antes de que este pudiese articular palabra en plató, la hija de 'La más grande' le había dejado ya un mensaje en respuesta a una dura crítica que este hizo tiempo atrás sobre Anabel Dueñas y su papel en el musical en homenaje a Rocío Jurado. Matamoros había dicho en alguna ocasión que esta cantaba "un gato atropellado". "No está bien el pobre del oído. No sé si ahora se lo han arreglado [haciendo alusión a sus últimas operaciones estéticas], pero en ese momento no estaba bien del oído. Tendrá él que darse cuenta y oír y escuchar bien. Te puede gustar o no, pero no puedes decir que canta mal. Pero yo creo que él bien del oído no está".
Fue entonces cuando el colaborador intentó recular ante la incredulidad de sus compañeras: "Yo creo que lo que dije fue que bailaba como una belga borracha en Torremolinos, pero lo de cantar no. Pero igual lo dije", reconocía: "Evidentemente era una broma, yo sé que Anabel es una gran profesional en cuanto al cómo entiende ella el ejercicio de su profesión, su dedicación, etc". Al ver que el resto de colaboradoras del plató no se estaban creyendo nada de lo que estaba diciendo, este decisión recuperar aquello que había dicho y hacerse cargo de sus palabras: "Pero para poner en un escenario y querer imitar la voz de Rocío Jurado es igual que si pisas a un gato".
Da un paso atrás en su dura crítica a Anabel Dueñas
Con lo que sí ha querido ser crítico Kiko Matamoros es sobre la postura que sigue mostrando Rocío Carrasco hacia su hija Rocío Flores. En la batearía de preguntas que le formularon para el programa, una de ellas hacía mención a la posibilidad de encontrarse con ella por los pasillos de Telecinco ya que la joven colabora en diferentes programas de la cadena. Ante esto, la protagonista de la docu-serie aseguró que "no haría determinadas cosas que me pudieran posicionar otra vez diez pasos atrás de donde quiero salir. Cosas que no me hicieron bien". Toda una declaración de intenciones con la que dejaba claro que, pese a introducirse de nuevo en el universo Mediaset, no permitirá mediatizar algo tan personal como es un posible encuentro con su hija mayor.
En cambio, Matamoros entendió esto una "declaración de guerra" hacia la joven ya que, poniéndose como ejemplo, él si se alegraba de ver a sus hijos por los pasillos de Mediaset aún cuando no tenía relación con ello. Además de eso, no dudó en volver a mojarse sobre cómo se ha hablado y se habla de la relación entre madre e hija: "Yo lo que dije cuando se emitió la docu-serie es que me han sobrado muchos detalles por su parte", y recordaba la petición que esta había hecho sobre el tratamiento que debía de hacer en televisión sobre Rocío Flores y la paliza que le propinó a esta en 2012 que marcó el fin de su relación: "Yo el mensaje que entendí de ella es 'tengo este problema con mi hija, no lo tengo superado, pero quiero a mi hija y por supuesto le pido a los amigos que me defienden que no hablen de mi hija en términos despectivos'".