El colaborador de 'Sálvame' pudo hablar con el programa a través del teléfono para volver a dar su opinión sobre lo ocurrido durante el pasado 13 de julio. Matamoros ha asegurado sentirse "mucho más relajado" por tomar la decisión de acudir al enlace, y ha expresado que antes de ello se lo contó a Makoke, quien estaba "contenta" de la decisión, y a su hija pequeña, Anita Matamoros, a las que "no es que tuviera que pedirles permiso", simplemente pensaba que era "correcto comunicárselo".
Además, el colaborador ha asegurado que tuvo sentimientos "contradictorios", ya que por un lado se sentía feliz por su hijo Diego, pero por otro sentía tristeza de que su hija pequeña no hubiese sido invitada: "no me gustó la forma en que se produjo y menos públicamente". Sobre el reencuetro con Marián Flores, ha asegurado que él fue a saludarla y "darle dos besos" y ella "le tendió la mano", sin embargo del encuentro con sus hijas no ha querido pronunciarse. También ha confirmado que no estuvo durante la fiesta, solamente en la ceremonia: "Me tomé unos refrescos, un poco de jamón y ya está".
Su relación con Diego Matamoros
Después de haber acudido al enlace, Kiko Matamoros duda sobre si mejorará su relación con su hijo Diego en el futuro. Según ha confesado cree que ha sido muy "injusto" y no confía porque tiene no tiene "elementos para poder tener una opinión optimista". A pesar de ello, el colaborador ha asegurado que ha vuelto a tener contacto con él después de la boda: "Me puso un mensaje y yo se lo contesté, en buenos términos".