Una afirmación que volvía a colocar a la influencer en el punto de mira y en la cuerda floja al estar de nuevo en campo de batalla y, esta vez, sin lazos familiares de por medio que pudiesen salvarla. En cuanto Matamoros pronunció estas palabras, el equipo de redacción de 'Sálvame' se pudo en contacto con Alejandra Rubio, quien respondió jocosa a la amenaza de Matamoros: "No te voy a decir nada, que diga lo que quiera. Muy bien, perfecto", era su respuesta antes de colgar el teléfono.
Pero de ese momento a la siguiente tarde muchas cosas cambiaron, especialmente la postura bélica del colaborador hacia la nieta de María Teresa Campos. "Ayer estuve un poco duro con Alejandra", asegurando que su inexperiencia en la televisión le había jugado una mala pasada: "No se le puede juzgar igual a alguien que tiene experiencia a alguien que debuta".
Tras entonar el 'mea culpa', Matamoros confesó que había tenido la oportunidad de hablar con Alejandra Rubio tras lanzarle la advertencia y que había sido él el que le tendió primero la mano mandándole un mensaje: "No te preocupes, no pasa nada, lo siento, pero también debes medir lo que dices porque sabes lo que yo sé de ti", era el contenido -no literal- de ese tratado de tregua. Unas palabras que la colaboradora de 'Viva la vida' había respondido muy positivamente: "Ella me respondió dándome las gracias, pidiéndome perdón y dándome la razón".
Matamoros: "Ayer estuve un poco duro con Alejandra"
Una afirmación que sorprendía mucho al resto de colaboradores de 'Sálvame' ya que el reconocimiento de la verdad en las palabras de Kiko Matamoros confirmaba que Alejandra Rubio había estado hablando mal de su tía por detrás y que realmente creía que esta tenía celos de ella por la fama que había adquirido. Una posición que, de nuevo, podría reabrir el enfrentamiento entre Carmen Borrego y la hija de Terelu Campos.
Incluso el propio Matamoros reconoció que la tregua entre las Campos que se había visto días atrás en 'Viva la vida' podría no ser tan verdadera como parecía: "Yo creo que la reunión fue un compromiso para que nadie les eche en cara que son familia y no se reúnen", decía sobre el encuentro que tuvieron tía y sobrina a solas en la terraza de un bar: "La factura está pasada, no pagada, pero está encima de la mesa desde hace tiempo".