El colaborador está saturado y ha tomado la decisión de decir todo lo que piensa a pesar de que sabe que puede arrepentirse.
La guerra entre Kiko Matamoros y Makoke parece que está más latente que nunca. El colaborador de 'Sálvame' habló en el polígrafo de la tentativa de asesinato por parte de alguien cercano a su exmujer, aunque no especificó de quién se trataba, y estas acusaciones no se han pasado por alto de tal manera que ha querido insistir en ellas. Parece que lejos de lo que parecía, su vida al lado de Makoke era poco idílica, por eso ha hablado de consumos poco aconsejables, estando rodeados de fiestas y excesos
Los compañeros del televisivo han creído oportuno que se controlase, puesto que sus palabra podrían traerle problemas, pero no ha querido controlarse. "Mira qué miedo tengo", decía, para añadir: "He sufrido el ataque ella, de su hijo, del padre de su hijo... Mentiras de todo tipo. Y lo único que he hecho desde el minuto uno es templar gaitas. En la medida de lo posible pedí un pacto para que no se hablara de mi hija públicamente y lo rompió. ¡Que cuenten la historia como ha sido!".Hablar de su adicción a la cocaína ha servido para salpicar de alguna manera a Makoke, puesto que aseguró que ella ya lo tenía todo aprendido cuando empezó con él. El motivo por el que no le ha importando involucrar a su exmujer ha sido el siguiente: "Tenía que colocar en un contexto donde se pudiera entender el intento de asesinato y que ella podía haber sido una víctima de eso. Yo explícitamente no la he acusado de nada, pero si ella entiende que ha sido así...".
Pese a todo, parece que se arrepiente de sus adicciones, por lo que ha añadido: "He dejado claro que no me siento orgulloso de todo ello, reconozco que es algo absolutamente nocivo y peligroso para la integridad física y psíquica de cualquiera. Y he tenido la suerte de tener compañeras de vida ajenas a esto". Pese a todo y aunque ha perdido a varias amistades por la droga, agradece que su genética le haya permitido llevar este estilo de vida: "Supongo que tiene que ver mucho con la genética. Puedo tener en mi casa lo que sea y puedo estar días sin consumir. Probablemente yo lo tenga que asociar a determinados momentos". También ha contado: "Yo tenía asociado la droga al sexo. Si no había droga no había sexo. Es un problema. Al final me producía todo un rechazo porque veía las cosas desde otro plano. Dije en su día que había un rechazo, que sexualmente no quería nada con ella. He contado lo que he vivido".¿Amenaza o advertencia?
"He tenido la necesidad de contar la verdad muy parcialmente. A lo mejor con el tiempo pienso que ha sido un error. Estaba ya muy saturado. A mí no me gusta que me amenace nadie. No sé cómo han sido tan torpes de echarme un pulso porque no me lo vais a ganar», añadía para seguir diciendo a Makoke y su entorno: "Tengo la verdad que queréis ocultar. En ese sentido soy de los que mueren matando. A mí no me achantan estos. Me pueden amenazar, pero me van a encontrar de verdad. Si lo que he contado a la gente le parece escandaloso... es un auténtico aperitivo. Se puede descubrir la verdad de todos".Por último, le ha lanzado una advertencia directa, diciendo: "Para tocar el piano lo primero que hay que aprender es levantar la tapa para no pillarse los dedos. La mejor recomendación que le puedo hacer si está tan mal es que pare ya. Porque si no para el que no va a parar soy yo. Es una advertencia. Llevo así muchos meses".