Alejandra Rubio se ha convertido en el saco de boxeo de Telecinco y no paran de lloverle golpes por todos los lados. Si bien la joven se envalentonó en un primer momento contra Carmen Borrego tras sus palabras en la revista Lecturas, ahora que ha salido a la luz que era la propia hija de Terelu que iba diciendo detrás de las cámaras que el origen de la relación distante entre tía y sobrina venía por los celos de la primera por la fama que ha ido ganado con los años la segunda, las cosas se le han torcido.
Si primero fue Kiko Matamoros el que le puso los puntos sobre las íes tras intentar poner en duda la fiabilidad de sus palabras, ahora fue Kiko Hernández en el que le ha reprochado lo que dijo sobre el en 'Viva la vida' por no ser fiel a la realidad de la televisión, medio en el que precisamente ella trabaja. "Durante todo el domingo en 'Viva la vida' se estuvieron cebando unas imágenes mías y de Kiko Matamoros con un cue muy bien redactado y tu estuviste diciendo toda la tarde: 'Ese señor que va diciendo que va diciendo...'", le recuerda el colaborador: "Y no, porque ese señor lo que estaba haciendo, que tú lo sabrás que vienes de una familia de presentadoras, que cuando leemos un cue no somos nosotros los que nos levantamos por la mañana y escribimos lo que vamos a decir, son los brillantes guionistas que tiene este programa".
Ya visiblemente enfadado y con un tono de voz alterado, quiso dejarle las cosas claras a la colaboradora de 'Viva la vida': " Que si yo quiero decir que eres agua sucia, te lo digo. Así que, si tienes lo que hay que tener, te refieres al programa de la tarde, no a ese señor. A cada uno lo que le corresponde ". Unas palabras que, de nuevo, volvían a poner en una complicada situación a Alejandra Rubio al cuestionarse su papel en el programa del fin de semana de Telecinco.
"Alejandra lloró porque se encontró en un callejón sin salida"
Tras esto, de nuevo se volvía a poner encima de la mesa el cara a cara que Carmen Borrego y Alejandra Rubio habían tenido en el programa y que evidenciaba de nuevo la mala relación que hay entre ellas. Por un lado, Kiko Hernández quiso romper una lanza a favor de la influencer asegurando que " yo nunca haría llorar a mi sobrina en televisión " ya que "estamos hablando de una niña de 20 años y una señora de 56", poniendo en evidencia la desventaja en la que se encontraba Alejandra Rubio en esa situación.
Por su parte, María Patiño quiso explicar el motivo por el que la joven acabó llorando en el programa, que no sería otro que encontrarse acorralada por su propia tía: " Alejandra lloró porque se encontró en un callejón sin salida. Porque Carmen le preguntó si ella ha dicho que tenía celos de ella y Alejandra se vino abajo", reconocía la colaboradora: "Matamoros no ha querido dar un paso al frente, que ha sido el que ha destapado los verdaderos sentimientos de Alejandra".
Por alusión, Kiko Matamoros tomó la palabra y volvía de nuevo a hablar sobre el origen de la mala relación que a él le constaba, que era la publicación de la portada de la revista Lecturas en el año 2018 de Carmen Borrego posando con su hija Carmen poco después de que Terelu hiciese lo mismo con Alejandra: "En la portada en la que Carmen reivindica a su hija es un hito más que pone de relieve que Carmen Borrego tiene una necesidad de posicionarse por encima del resto. Ya desde tiempo atrás venía Alejandra notando cierto desapego, ciertos celos por parte de su tía y eso es un ejemplo público".
El colaborador aseguró que ese recelo ante la fama de Alejandra Rubio ya lo había sentido anteriormente con su hermana Terelu, que siempre estuvo delante de las cámaras, mientras que ella hacía carrera profesional detrás: "A lo mejor, respecto de Terelu, piensa lo mismo, pero lleva toda la vida comiéndose que Terelu es la guapa, la exitosa...", y podría haber estallado contra Alejandra Rubio cuando sitió que, de nuevo, María Teresa Campos, su propia madre, tenía predilección por la hija de su hermana: " Cuando se ha encontrado de que en su propio seno familiar la abuela ha tenido también más apego con Alejandra, ha hecho la comparación con su hija y se ha sentido mal y lo ha pagado con la niña ", sentenciaba Matamoros.