"Había una complicidad entre los dos", recuerda el que fuera Alcalde de Marbella tras escuchar una sentidas palabras de Isa Pantoja en 'El programa de Ana Rosa': "Yo no he tenido figura paterna y Julián conmigo siempre ha sido muy atento, se portó muy bien", reconoció la joven. "Yo le tenía mucho cariño, la quería mucho, y si te digo que a día de hoy no le tengo afecto o que no la quiero, estoy mintiendo. No me importaría verla para nada. La quiero mucho. Y si se molesta su madre, el querer, amiga mía, se lleva en el corazón", reconocía Julián Muñoz.
"A Isa Pantoja la quiero mucho"
Su relación era tal, que incluso llegó a tener contacto con ella durante el tercer grado y no con Isabel Pantoja. "Cuando yo tuve el tercer grado, yo tuve que forzar que la niña me visitara. Hablé con Isabel Pantoja por teléfono y le dije: 'estás a 10 minutos de aquí, mándame a la niña, quiero verla'. Y me la mandó por Teresa Pollo". Una niña que recuerda con una gran inocencia que, asegura, todavía tiene hoy en día: "Vino, estuvimos hablando y en la escalinata de la casa me dijo 'por qué no volvéis mi madre y tú'. La niña es un alma inocente y yo creo que lo sigue siendo, sino no le pasarían las cosas que le pasan".
"A su hijo Kiko lo dejó en la puta calle"
Pero si algo asegura tener en común Julián Muñoz con los dos hijos de Isabel Pantoja es que todos son víctimas de ella, de su actitud y del mal querer a quienes le rodean: "No quiero ver a esos dos chicos sufriendo como lo están haciendo", asegura de ellos, quienes dice que se quedaron en la calle como se quedó él tras la ruptura sentimental -que se produjo a través de una exclusiva en la revista ¡HOLA! Por parte de Isabel Pantoja y sin conocimiento de Julián Muñoz, por cierto-: "A una persona destruída no se le puede dejar tirada en la calle. Y tenemos múltiples ejemplos, concretamente uno, a su hijo Kiko lo ha dejado en la puta calle", sentenció.
El dolor por no estar con sus propios hijos
En cambio, estos buenos momento que vivió tanto con Kiko Rivera, con Isa Pantoja e Isabel Pantoja durante sus permisos en prisión, no los vivió con la otra parte de su familia y los que son sus hijos biológicos. El motivo, la ceguera que ahora se reconocía tener por aquel entonces: "Ese tema sí me duele. No vivían lejos, pero solo tiene una explicación: descerebrado total. ¿A dónde se habían ido todos los sentimientos? Todavía tengo eso metido en la mochila", recuerda cuando no fue a ver a sus hijos durante su primer permiso penitenciario: "El segundo permiso fui a ver a mis hijos el último día 15 minutos".