El colaborador del programa de TVE ha querido aclarar cuál es la situación que se ha producido y su supuesto despido.
Julián Contreras había comenzado una nueva vida en septiembre de 2018 con dos puestos de trabajo que le harían superar ese bache económico por el que estaba pasando. Por un lado, había conseguido un empleo de relaciones públicas en un conocido bingo y, por otro lado, daba comienzo su carrera como colaborador en el programa 'Corazón' junto a Lourdes Montes y Rosanna Zanetti.
Cada uno se ocuparía de una sección en el programa de TVE y, en el caso de Julián Contreras, se encargaría de visitar lugares y enfrentarse a retos de lo más divertidos. Sin embargo, de la noche a la mañana se conoció el despido del colaborador, así como el de sus conocidas compañeras, algo que sorprendió bastante a los espectadores del programa.
Ahora ha sido Julián Contreras el que ha querido aclarar la situación a través de las Stories de Instagram y negar completamente que se haya producido un despido: "Me había resistido a comentar nada al respecto, hasta que mi paciencia (la cual considero amplia) se agota. Y ya es suficiente. Es completamente falso que TVE me haya despedido. Tras terminar el contrato, en su totalidad, no hay una renovación por otras cuestiones. Leo por ahí que todo es debido a un supuesto intrusismo que hemos cometido mis compañeras y yo...".
El mensaje continuaba: "Cansa leer el tan manido argumento, proveniente siempre de quienes piensan merecer más de lo que tienen, como si yo les quitase el sitio a alguien. Me consta que tanto Rosanna como Lourdes, hicieron un excelente trabajo y yo, desde luego, lo mejor que supe y pude, con la mayor de las ilusiones posibles". Muy cansado de que se le cuestione
Julián Contreras no ha querido quedarse ahí y ha seguido dando su opinión al respecto: "Vuelvo a leer, para variar, que soy el más perjudicado con esta situación y no puedo evitar preguntarme: ¿por qué? Claro, arrancarme la etiqueta de desgraciado les obligará a esforzarse más en sus artículos. Pueden seguir poniendo las peores imágenes de mi vida, continuar pintando una realidad que, por fortuna, no existe y menospreciándome sin parar. Por mucho que quieran, eso no lo convertirá en realidad.