Fue la madrugada del 3 al 4 de noviembre de 2017 cuando se produjeron los hechos recogidos por las cámaras de casa de Guadalix de la Sierra durante la edición de ' GH Revolution '. Ahora, dos años después, la jueza que ha investigado el caso ha dado por terminada su instrucción (a fecha 10 de diciembre de 2018) y ha determinado lo siguiente: " Carlota Prado se hallaba tumbada sin apenas moverse, boca arriba, con los ojos cerrados dede que se metió en la cama " y fue entonces cuando " José María López realizó movimientos bajo el edredón que aparentemente pudieron consistir en penetraciones ".
La defensa del acusado recurrió el auto alegando la inocencia de su cliente ya que, de haberse producido algún tipo de abuso, el programa habría intervenido e interrumpido el concurso de forma inminente. Ni la productora del mismo ni la cadena han querido pronunciarse al respecto. Por este mismo motivo, el 25 de julio de 2019 la Audiencia Provincial de Madrid ratificó su decisión. Ahora la magistrada da un plazo a la defensa de la otra parte para realizar sus acusaciones pertinentes antes de celebrarse un juicio en el que el exconcursante se sentará en el banquillo y será juzgado por abusos sexuales.
Entre uno y tres años de cárcel por abuso sexual
La jueza de Colmenar, el partido judicial al que pertenece Guadalix de la Sierra, tras analizar el vídeo captado por una de las cámaras que recoge de manera íntegra los hechos -vídeo que nunca fue emitido por razones obvias- determina lo siguiente: "Alrededor de las 1:30 de la madrugada del 4 de noviembre de 2017 [...] en la denominada habitación grande, José María López Pérez se introdujo en la cama con Carlota Prado Alonso, la cual se hallaba vestida íntegramente, habiéndose quitado únicamente las botas con la ayuda de José María". Seguidamente, el concursante se quitó los pantalones quedándose en ropa interior. A lo largo de la propia noche, Carlota había tomado cuatro chupitos de tequila mientras que José María no había ingerido alcohol.
El auto versa: " Se observa una manipulación interna en la que José María pudiera ser que estuviera quitando los pantalones y las bragas a Carlota. Esta le comunicó, sin apenas fuerza, la frase ' no puedo ', sacó uno de sus brazos de edredón y lo dejó caer contra la pared. También se quitó la parte de arriba con dificultad y sacó una mano, posicionándola en vertical y recta hacia José María, en la que pudo manifestarle que parase su acción, la cual pudiera consistir en tocamientos de su cuerpo en base a las oscilaciones apreciadas", prosigue. Llegó incluso a decir la palabra "quita" dirigiéndose a José María dándole posteriormente la espalda. A continuación, él la desplazó a ella "hacia arriba y abajo, sin que 'motu proprio' esta reaccionara ante tal estímulo; el cual pudiera consistir, de acuerdo con la posición de José María y su respiración más agitada, en penetraciones".
"Lo que hicieron se llama omisión de socorro"
"Tales autos, en total, permanecieron durante cinco minutos aproximadamente, concluyendo cuando María Robles Hurtado, 'súper' del referido programa -la cual le estaba observando a través de las cámaras y quien ostenta facultades para comunicarse por megafonía con los concursantes, asistencia de los mismos en el llamado 'confesionario', y organización del contenido del programa 24 horas-, ordenó a estos que se colocaran bien los micrófonos y que Carlota acudiera al confesionario ", añade.
Todo esto se produce semanas después de que la propia Carlota denunciase a través de sus redes sociales la lentitud con la que estaba trabajando la Justicia en su caso y que por todo esto era incapaz de rehacer su vida. Al igual que José María, la exconcursante también cargó contra el programa -de forma diferente, por supuesto- alegando que " lo que hicieron se llama omisión de socorro ", y añade: " En 'GH' trabaja mucha gente y no entiendo cómo permitieron que pasara eso, cómo no hicieron nada ".