*¡ATENCIÓN! Este artículo contiene spóilers del final.*
'Juego de Tronos' ya ha llegado a su final y de esta manera acaban ocho temporadas plagadas de emoción, muerte, pero también de alguna que otra decepción. La mítica serie que tanto enganchó al público se ha despedido de los espectadores para siempre y seguro que en más de uno deja un gran vacío. David Benioff y D. B. Weiss, máximos responsables de la serie, han sido los encargados de escribir y dirigir un último episodio, poniendo punto final a una de las ficciones más seguidas de la historia de la televisión.
Tras las ruinas que habían quedado en Desembarco del Rey, Tyron recorre la que fue su ciudad seguido por Jon Nieve y Davos, cuando entre piedras encuentra primero la mano de su hermano y después los rostros de Jaime y Cersei, que están muertos al no haber podido huir. Más tarde llega el momento en el que Daenerys agradece a los dothrakis y a los Inmaculados su lealtad en la batalla, añadiendo: "Me habéis entregado los Siete Reinos". Gusano Gris se convierte en Maestre de la Guerra tras su nombramiento, sin embargo, la guerra para ella no ha acabado y quiere liberar a los siete reinos. Ante tanta incertidumbre Tyrion deja de ser Mano de la Reina y confiesa haber ayudado a sus hermanos a escapar, a pesar de que no lo consiguieron. Jon Nieve también entra en escena cuando Arya le dice: "Vine a matar a Cersei. Tu reina llegó antes", y entre tanto recuerda a su hermano que ahora él es una amenaza para Daenerys y que tenga mucho cuidado porque a la vista está que es una asesina.
Las dudas invaden a Jon Nieve, quien pide ayuda a Tyrion porque no sabe qué hacer con Daenerys, mientras que sabe que es un peligro, no quiere traicionarla. Parece que el amor le está cegando, y Tyrion le dice: "La naturaleza de la reina es fuego y sangre", empujándole a que la mate. Jon Nieve le dice: "El amor es la muerte del deber", recordando una frase del maestre Aemon, mientras que Tyrion le contesta: ""A veces, el deber es la muerte del amor. Es terrible lo que te estoy pidiendo, pero también es justo".
La muerte de la salvación
Un rey elegido entre los más importantes de Poniente
Después de un salto temporal, Tyrion continúa preso, y es conducido a Pozodragón donde están reunidos los hombres y mujeres más poderosos de poniente. Jon Nieve también está preso por haber matado a Daenerys ante la negativa de ser liberado por los Inmaculados y los Greyjoy. Como no hay rey para los siete reinos, los presentes proponen elegir a un nuevo rey o reina. Y las opciones son varias mientras que en la sala se encuentran Edmure Tully, Robert Arryn, Sam, Yara Greyjoy, Davos, Brienne, Gendry y los tres Stark, Arya, Bran y Sansa.
Mientras que Sam pide que haya un sistema democrático en el que también opine el pueblo, Tyrion quiere que tras todo esto haya una buena historia. Y la mejor historia de todas la tiene Bran, quien todo lo sabe. Así el se convierte en el rey de los seis reinos, puesto que Sansa le pide que el Norte sea independiente, siendo ella la reina.
Así que Tyrion nombra a Bran el Tullido señor de los Seis Reinos. Tyrion será su Mano del Rey y a Jon deciden mandarlo a la Guardia de la Noche a modo de cadena perpetua, pero antes de partir hacia el muro, se despide de sus hermanos. A Sansa le dice: "El Norte es libre gracias a ti". Mientras, Arya quiere descubrir el oeste del Poniente, y a Bran le dice: "Siento no haber estado cuando me necesitabas". La despedida final del capítulo va situando a los personajes en sus respectivas vidas, llegando la escena final en la que Jon Nieve y Tormund seguidos por un montón de salvajes, con muchos niños entre ellos, saliendo por la puerta del Muro y yendo hacia el bosque.