Una de las confesiones en las que Jorge Javier destapó su lado más humano fue al hablar de la relación con su padre. El presentador confiesa que su infancia no fue fácil: "Mi padre era muy estricto, severo, con un profundo sentido de la justicia. Conmigo fue muy duro", explicaba. "Yo siempre tuve la sensación de que le defraudaba. Yo era el marica del bloque y desde muy niño sabía que me gustaban los niños. Yo no podía hablar con nadie de lo que sentía y de como vivía mis emociones", cuenta el invitado, que reconoce que durante mucho tiempo tuvo que ocultar su verdadera personalidad porque "Mi padre decía que prefería un hijo muerto que maricón".
No le guarda rencor
A pesar de todo, el presentador hace balance de su pasado y dice no tenerle ningún resentimiento: "Yo ni le tengo rencor ni sentimiento de odio en absoluto. Lo que me da rabia es que se muriera tan joven, porque se murió con 59 años de un tumor y no ha podido disfrutar nada de mi vida". Cuenta que su padre solamente se preocupaba porque su hijo fuera a la universidad y sacase buenas notas, y su relación era bastante distante: "A mí me hubiera gustado llevarlo de viaje como con mi madre y estar con él y tener conversaciones con él. En aquel momento no las tuve, pero tampoco las eché de menos", concluye.