No solo ha hablado de cómo dichas personas recuerdan los años en los que dedicaron a la pequeña pantalla, sino de cómo les ve él hoy en día: "Algunos críticos les dedican crónicas maravillosas y los ponen como ejemplos a seguir. Y a veces me dan ganas de contar que esas personas a las que seguíamos con devoción eran auténticas tiranas. Que maltrataban y humillaban a sus equipos. Que provocaron depresiones". Así que con estas palabras se posiciona muy crítico, y continúa diciendo entre con un desdén llegando a la acusación: "Que empujaron a muchísimos compañeros a abandonar la televisión porque les hicieron creer que trabajar en este medio significaba acostumbrarse a convivir con la ansiedad y la desesperación".
Todo esto se ha atrevido a decirlo después de todas las denuncias públicas que se han hecho -sobre todo en Hollywood- de abusos sexuales: "Deberíamos perder el miedo también para empezar a señalar a aquellos que convirtieron las redacciones de televisión en campos de algodón repletos de esclavos maltratados".
Rencor, pero sin nombres a la vista
Y aunque anime a señalar a aquellas personas que no se portaron bien, él no se ha atrevido a dar ni un solo nombre. Quién sabe si en un futuro no es él quien habla de frente sobre alguien que no se portó como es debido en el pasado.