Rápidamente, tuvieron que intervenirle quirúrgicamente y González estuvo sobre la mesa de operaciones durante cerca de tres horas. Por fortuna, todo salió a pedir de boca y, ahora que está fuera de peligro, ha sido el propio presentador el que ha querido sacar a la luz este caótico episodio de su vida. Ha sido a través de una de sus amigas, Pilar Eyre, que ha relatado lo sucedido en un reportaje de Lecturas. Al parecer, no es la primera vez que el presentador sufre un percance de este tipo, ya que en 2017 le ocurrió lo mismo pero con la retina del ojo derecho.
Por fortuna, González no pierde la sonrisa e instó a Eyre a que hiciera pública la fotografía en la que aparece con un parche "para que se vea que, aun con este contratiempo, no me amilano ni estoy triste". Al parecer, este tipo de incidente sucede con frecuencia a las personas que se han operado de miopía y que reciben de forma constante la luz de focos potentes como pueden ser los de un plató de televisión, pero de seguro que el presentador se recuperará y más pronto que tarde lo veremos, de nuevo, colarse en nuestras casas a través de la pequeña pantalla.
El peor momento
Como se ha comentado anteriormente, el desprendimiento de la retina de González ha sido de lo más inoportuno, y es que el presentador estaba a punto de comenzar a trabajar en el nuevo proyecto de Mediaset. "Estaba bendecido ya, a punto de salir. Pero ahora estamos pendientes de ver qué pasa con mi recuperación", decía el periodista, a lo que su amiga Eyre respondía brindándole todo el apoyo del mundo: "¿Pues qué va a pasar? Que te quedarás como nuevo y triunfarás como has hecho siempre, desde que te conocí hace casi treinta años bajo aquella palmera que tu convertiste en bosque frondoso; como todo lo que tocas, compañero del alma".