Jordi Alba, el defensa del F.C. Barcelona, ha sido el último en acudir al mítico show de las hormigas. Con vistas al mundial de Ruisa de 2018, el catalán habló de la buena temporada que ha hecho su equipo y de la inminente marcha de Andrés Iniesta de la agrupación culé. Su compañero lamentó la gran pérdida que supone para su club la ida de este futbolista, aunque le desea toda la suerte del mundo. Sobre los rumores de que el manchego podría acabar en tierras Chinas, Alba asegura que no tiene "ni idea de su nuevo equipo".
Entre sus éxitos profesionales y personales, de seguro que el futbolista se encuentra pasando por uno de los mejores momentos de su vida. A principios de 2018, Alba y su pareja, la modelo Romarey Ventura trajeron al mundo su hijo Piero. Sobre el pequeño, el padre asegura que al principio se parecía más a él, pero conforme ha ido creciendo se va a asemejando más a la madre. La paternidad ha supuesto un gran cambio en la vida de Alba, quien asegura que tener descendencia ha hecho madurar y crecer como persona.
Tierra, ¡trágame!
Teniendo en cuenta su larga trayectoria como futbolista, y que actualmente forma parte de la plantilla de uno de los equipos más importantes a nivel mundial, no es de extrañar que Jordi Alba sea toda una estrella internacional. Sin embargo, parece que todavía hay a quien se le escapa que se trata de un deportista de élite. Él mimo relató cómo durante unas vacaciones en Ibiza pasó uno de los momentos más bochornosos de su vida. Al parecer, después de dar un paseo en barco con su familia, un grupo de personas se le acercó a para sacarse una fotografía con él, y haciendo gala de su cercanía, el futbolista aceptó sin rechistar. Pero justo después, un grupo de mujeres que se encontraban celebrando una despedida de soltera, también acudió al defensa para pedirle una instantánea. De nuevo, Alba se colocó a posar entre la gente cuando, de repente, una de las personas le dijo que lo que querían es que fuera él quien las retratara a ellas. "Pasé mucha vergüenza", confesó el catalán.