Todas las semanas, la tensión termina convirtiéndose en protagonista de muchos de los momentos de 'MasterChef'. Los rifirrafes entre compañeros, las duras valoraciones del jurado o las disputas entre los propios chefs, forman parte del día a día del programa culinario más famoso de nuestra televisión. Y la sexta entrega de la sexta edición no iba a ser menos.
El equipo rojo ha sido el peor de una complicada prueba de exteriores celebrada en Salamanca y, por lo tanto, todos sus miembros han viajado directamente a la prueba de eliminación. Ellos y Oxana, componente del equipo azul y elegida por Marta -la mejor cocinera de la prueba-. Durante la primera parte de la eliminación, los concursantes han tenido que enfrentarse entre ellos, en grupos de tres, elaborando tres platos diferentes.
Del primer grupo, Oxana y Jon se han salvado y Marina ha tenido que enfrentarse a Jorge en un duelo por la permanencia en las cocinas del programa. Una vez más, Jon ha desatado la polémica entre los fogones. Cuando los jueces han pronunciado su nombre y el de su compañera como vencedores de la prueba, el de Bilbao ha abrazado a Oxana como símbolo de emoción. En ese momento, todos los participantes ya salvados se han quedado con la boca abierta y ha sido Sofía la que se ha sincerado ante la situación: "Es un falso, tío".
La celebración de su victoria, el centro de la polémica
De igual manera, Jon ha subido las escaleras hacia la salvación sonriendo, gritando y celebrándolo. Esto tampoco ha sentado bien a ninguno de los concursantes, que no han dudado en reprocharle su manera de actuar y en pedirle respeto hacia Marina. El vasco ha hecho caso omiso a los consejos y ha continuado disfrutando de su victoria. Y ha reconocido que está orgulloso de ello.