Tras el revuelo, era Andrea Prat, otra hermana del presentador, la que hacía un comunicado público en nombre de la familia para abordar la situación: "Hace más de doce años que mi madre y nosotros hemos intentado ayudarle. Acompañándole en numerosos tratamientos de rehabilitación. Finalmente, tras un duro camino, el propio Fede escogió vivi en el sur y continuar con su adicción (...) Son muchas las familias que están pasando por lo mismo y les deseo lo mejor".
Posteriormente habla la madre del presentador, Marianne, sobre la complicada situación de su familia: "Mi hijo Fede es un adicto. Estamos desesperados por él (...) Hemos intentado ayudarle. Le pago el alquiler mensual, pero me llama pidiendo más dinero", reconocía. Unas declaraciones que luego eran respondidas por el propio Federico en una entrevista en exclusiva para la revista Lecturas: "Fui adicto hace cinco años, pero ahora estoy limpio", asegurando también que toda la mediatización le estaba pasando factura: "Estoy mal. Todo esto me está repercutiendo mucho".
Mientras todo esto ocurría, la cara más visible de la familia, Joaquín Prat, guardaba silencio y disfrutaba de sus vacaciones alejado de toda polémica. Hasta ahora. Ya al frente de 'Ya es mediodía', el presentador se ha mostrado preocupado y dolido por todo lo que había ocurrido. Lo hacía al hablar de Camilo Blanes, hijo de Camilo Sesto, quien ha estado recientemente ingresado por los problemas de salud que acarrea por sus adicciones y que se han acrecentado con la muerte de su padre.
"También de la realidad de mi familia"
Unas imágenes dolorosas para Prat: "Qué lástima. Qué lástima, de verdad", era lo primero que acertaba a decir mientras guardaba silencio para intentar calmar sus emociones en pleno directo. "Podemos hablar de la realidad de Camilo, de la realidad de muchas familias, también de la realidad de mi familia", añadía: "Estoy es así y no hay más", eran las pocas palabras que encontraba para hablar de la realidad tan dura que a él también le toca de cerca.