Jesús Vázquez ha concedido una de sus entrevistas más personales en 'Mi casa es la tuya', algo que no suele hacer porque es muy reservado con su vida privada. El presentador ha llevado a Bertín Osborne a Formentera, un lugar en el que lleva veraneando desde hace bastantes años y al que le ha cogido un enorme cariño. Como no podía ser de otra manera, ha tratado diferentes aspectos de su vida y ha contado lo mal que lo pasó cuando era tan solo un niño.
El bullying afecta a muchas personas y en la actualidad está más reconocido y se trata de poner remedio cuanto antes, pero hace años el acoso en los colegios estaba más normalizado y no se ponía solución. Jesús Vázquez ha explicado cómo vivió aquella época en el colegio, cuando se cambió de uno de Ferrol a otro en Madrid: "Sufrí acoso cuando no se hablaba del bullying. Te destrozan la vida. A mí me dieron bastante caña".
El presentador explicaba lo que le ocurrió: "Yo era gordito, llevaba gafas, llegué de Galicia con un acentazo... El primer día de clase se me ocurrió levantar la mano y me pusieron la cruz. Encima tenía pluma y a partir de ahí... Lo cuento ahora porque lo he superado. Es intolerable, un calvario. Antes salías de clase y tu casa era un sitio seguro pero ahora con los teléfonos siguen acosando a los chavales", contaba Jesús Vázquez.
Consiguió superarlo con el cambio físico
Para Jesús Vázquez fueron unos años complicados porque tampoco lo contó: "En mi casa no lo sabían. Te destroza la autoestima, te da vergüenza, te sientes culpable de lo que te pasa. A mí me llamaban de todo. Yo pensaba 'cómo le digo yo a mi padre que soy el gordo y mariquita de clase'. En aquella época no se podía contar, te lo tenías que tragar. Lo que no te mata te hace más fuerte y al final sales adelante ".
Sin embargo, el cambio físico le puso las cosas fáciles: "Yo tuve la cosa que a los 15-16 cambié. En el colegio de al lado, que era de monjas, salíamos los del cole de curas y nos juntábamos todos. Yo siempre pasaba agachadito para que no me insultaran y un día, los mismos que me insultaban, me dijeron que si quería ir con ellos. Había unas chicas que querían conocerme. Me había hecho guapo y no me había dado ni cuenta", decía con humor.
A pesar de todo este sufrimiento, la situación se solucionó con el paso del tiempo: " No les he vuelto a ver pero seguro que no han tenido una vida tan buena como la mía. Yo no les tengo rencor, porque a eso también he aprendido en la vida, deshacerse de esos sentimientos negativos, porque todo eso te arrastra. En la vida aprendes a base de guantazos". Años después el éxito llegó para Jesús Vázquez: "De repente cambia todo. Tenía éxito, salía con chicas, hice el desfile de modelo, una obra de teatro... Y luego me metí en la universidad a estudiar veterinaria", concluía.