Jesús Vázquez se sentó en el plató de 'Chester' el domingo 13 de enero de 2019. Además de reconciliarse con Risto Mejide, el presentador habló sobre un caso que le perjudicó hace 29 años: el 'Caso Arny'. Este escándalo sucedió en 1995 cuando se imputó a ciertas personas de realizar actividades de prostitución de menores en un bar gay de Sevilla, Arny.
El presentador del programa preguntó a Jesús Vázquez como recuerda aquel momento que tachad e poco ética y de poco legal: " Un señor llamó a mi madre, desde el juzgado de Sevilla, diciendo que si yo no me presentaba al día siguiente en los juzgados de Sevilla dictarían una orden de ingreso en prisión contra mi. Así empezó todo", recuerda el presentador.
Mientras, él estaba actuando en Málaga y recibió la llamada de su madre contándole la situación: "Cuando llegué empezó aquel caso siniestro y aquella mancha para la justicia española". De los 49 imputados que hubo, 33 fueron absueltos, y uno de ellos fue Jesús Vázquez: "Ni habíamos estado en ese bar ni habíamos conocido el famoso bar. Eran cuatro chavales que dijeron que habíamos abusado de ellos en un bar. Eso era todo lo que tenía la justicia para llevarse por delante la vida y la reputaciones personas honorables"
Reconoce que lo vivido no fue nada fácil y cree que fue el último coletazo de la España de la caverna para asestarle un golpe a la homosexualidad y al derecho a pronunciarse: "Fue un último intento en el que una serie de fuerzas se juntaron y dijeron: " Vamos a por estos maricones ". Esa es la sensación que tenia yo todo el rato". Cuando terminó todo reconoce que ninguno de las plumas ilustres ni la justicia pidió perdón, pero que los primeros que se sintieron mal fue el pueblo sevillano: "Fueron los primeros donde yo sentí que se sentían mal y estaban en deuda. Y me ofrecieron un programa en Canal Sur. En el mismo sitio donde sufrí tanto, empecé otra vez mi carrera".
Un ángel de la guarda
Jesús Vázquez reconoce que durante esos dos años nadie quería saber nada de él, ni profesional y personalmente. Gracias a que tenía ciertos ahorros y a la amistad de un buen amigo, Jorge Cadaval: "Yo tenía que irme a vivir a Sevilla, porque el juicio duró meses y no tenía dinero. Entonces Jorge, que es un ángel que se cruzó pro mi vida, que también estaba implicado, me dijo: "¿Tu has hecho algo?" y le dije que no y me dijo: " Pues yo tampoco y aquí no nos va a hundir nadie. Te vienes a mi casa". Me salvó la vida".
Gracias a Jorge Cadaval pudo superar aquel bache, ya que le obligaba a salir y levantar la cabeza: "En un bolo en un pueblo de Sevilla tuvo que venir la Guardia Civil porque nos querían linchar. Los mozos del pueblo venían a por mi y el dueño de la discoteca me encerró en la oficina y llamó a la Guardia Civil". Tras diferentes baches, se demostró que ambos eran inocentes.