"Se han cruzado unas líneas rojas que no me parecen admisibles. Yo me casé muy enamorado de ella, entiendo que ella también y fue una época muy bonita, la recuerdo con mucho cariño. Me sorprende. A toro pasado es fácil decir estas cosas pero yo creo que no era así. Hay problemas que pueden ser cotidianos en una pareja normal pero no sé por qué le saca tanta punta a las cosas. Yo me he ido con amigos igual que se iba ella con amigos, nada extraño", comenta sobre las insinuaciones en torno a que salía de fiesta sin medida.
Sobre el nacimiento de su hija Camila, Javier Ungría cuenta: "Yo lo vivo con una ilusión tremenda. La circunstancia era complicada porque fue en pleno COVID. Un mes antes nos habían cerrado, no pude ni siquiera asistir al parto, lo viví con muchos nervios y con una ilusión increíble. Creo que es poner excusas a una relación que naturalmente se ha ido desgastando por parte de los dos, quizás por no cuidarla los dos de la manera que debíamos".
"No creo que sea justo volcar la responsabilidad en una parte cuando creo que somos dos adultos y si la cosa se ha ido estropeando ha sido por culpa de ambos. A veces hay que cuidar las cosas todos los días y creo que no lo hicimos", reflexiona sobre el matrimonio. También ha entrado a comentar el hecho de que Elena Tablada le haya cuestionado como padre: "Es un juicio de valor que ella hace que no estoy de acuerdo. Obviamente yo, al ser padre primerizo y ella no, estaba mucho más verde que ella. Biberones, pañales, todo eso lo hacíamos los dos pero ella lo hacía más veces que yo porque estaba más tiempo en casa que yo".
Una ruptura sin vuelta atrás
Javier Ungría ha relatado que fueron a terapia pero a él le pareció algo que no servía para nada: "Decidimos ir a terapia, sentimos confort de decir 'qué bien que estamos intentando mejorar esto' pero luego hay que darle una continuidad. Si al día siguiente volvemos a lo mismo no tiene sentido. Yo pensé que era una pérdida de tiempo, de dinero y que a mí ya no me gustaba que mi hija me estuviese viendo constantemente de mal humor o que hubiese discusiones en casa y decidí que lo mejor era que cada uno siguiese su camino",
Además, ha desmentido que quien cortara la relación fuera Elena Tablada: "No es verdad lo que dice porque el que decidió terminar la relación fui yo. Me fui de casa y estuve como dos o tres semanas sin ver a mi hija. Elena no quería admitir que yo estaba terminando la relación. Si yo aparecía otra vez por casa era como que no había un corte. Sabe que tenía que cortar por lo sano porque si no se producían acercamientos y no quería que diera pie a confusiones".
"Me manda un vídeo muy bonito de imágenes mías con su hija, con música, jugando... Me imagino que para intentar ablandarme y ver que las cosas eran bonitas, buenas y que volviese. Era algo como 'mira lo que tenemos no lo podemos terminar'", explica sobre ese paso que dio Tablada para volver. Sin embargo, no sucedió. También hace alusión a cómo fue la ruptura previa con David Bisbal y las compara: "Ahora todo es malo respecto a mí. Cuando llegué yo todo lo malo era lo anterior y ahora todo eso es muy bueno, que oye, yo me alegro mucho por ellos. Es como un patrón que se está repitiendo".