Arturo Pérez-ReverteEl autor de la obra original, el escritor Arturo Pérez-Reverte, ha hablado al día siguiente sobre la serie y sobre la impresión que le ha causado el primer capítulo de la ficción, que le ha producido sentimientos encontrados. "Visto Alatriste. Sentimientos encontrados. La historia, amena. La realización, aceptable. Los colorines, excesivos", comenzó el autor.
Reverte se ha posicionado a favor de los actores, sobre todo del protagonista, Aitor Luna: "Los actores fueron quienes se empeñaron en que la serie fuera respetuosa con los personajes escritos. Resistieron presiones. Agradezco eso. Los actores me gustan todos. Aitor me gusta mucho. Un Alatriste más joven, pero con ese punto de silencio, mala leche y chulería. Le doy las gracias a Aitor y a los otros actores por resistir presiones. Por no haber permitido que hicieran con ellos Aguila Roja 2 "
Aitor Luna en la presentación de 'Las aventuras del Capitán Alatriste'Contra el montaje de la serie
El escritor prosigió contra la técnica de la serie, que le ha parecido lo más desacertado de la adaptación televisiva de sus novelas: " El montaje, regular. Cortes raros. La ambientación, demasiado colorida y luminosa. El guión original, eficaz y respetuoso con las novelas. Detalle importante: no siempre un guión original es lo que luego se ve en pantalla. Habría hecho falta un asesor histórico para los detalles, que pedí y no se contrató. Eso quita alguna credibilidad a ropa y situaciones".
Finalmente, Reverte ha señalado que si en vez de España fuera de HBO, probablemente sería distinta, pero que aún así, es mejor que la media de las series españolas: " Alatriste es una serie de calidad superior a la media de las series TV españolas. Destinada a ese público. Hay que verla así. Como lo que es. En la HBO, Alatriste sería distinto. Pero esto es España. Las serie de televisión que se hacen aquí, todas, nada tienen que ver con la HBO. Alatriste no sustituye ni enmienda las novelas, que siguen estando ahí para quien quiera leerlas. La serie de Alatriste tiene una virtud esencial: acerca, con razonable dignidad, la historia para un público que nunca leería las novelas".
