La primera de la preguntas era sobre qué era lo que menos le gustaba a uno del otro, algo que parecían tener bastante claro: "Yo creo que a él le pone nervioso que me guste el postureo, el lujo", reconocía Oriana Marzoli. "A ella no le gusta que sea tan narcisista, siempre le estoy preguntando si me ve bien físicamente", decía por su parte Iván González. ¿Y qué es lo que más les gusta? "La sinceridad, aunque se pueden decir las cosas más tranquilamente, sin gritar", matizaba el joven. "Como tú, ¿no? Hemos dicho muchas veces que para llevarnos a una persona a nuestro terreno hay que decir las cosas educadamente. Y estamos trabajando en ello", involucraba así la joven también a su pareja en el problema. "Estás trabajando en ello", intentaba el otro echar balones fuera. "Lo que me gusta de él es que siempre busca que saque la mejor versión de mí misma, por eso me ha aconsejado que mejore mis formas en televisión. Pero el también da consejos pero a veces y no se los aplica. Tiene que saber decir las cosas, apúntatelo", decía con cierto resquemor Marzoli.
"No voy a hablar de las cosas que haces que no me gustan"
Pero la pareja llegó al primer desencuentro y la conversación se acabó convirtiendo en una bronca televisada: "Yo no te insulto, pero eres una persona que me pone muy nervioso porque quieres llevar siempre la razón, vivir en el mundo de Peter Pan, y ahora sí, y ahora cambio de planes", seguía reprochando González. "Pero si tú me dijiste ayer que eres una persona muy insegura", decía sorprendida Oriana. Pero al parecer en los últimos días la situación entre los enamorados no parece estar siendo tan idílica como se creía, al menos a juzgar por la advertencia del que fue concursante de 'Supervivientes': "Me voy a callar mejor de ayer y de antes de ayer... No voy a hablar de las cosas que haces que no me gustan".
"Luis no le cuenta la verdad ni al médico"
Pero más allá de los fantasma del pasado, la pareja está centrada en su presente y también en su futuro. ¿Tendrán pronto un hijo? Según los cálculos de Iván González parece que sí: "A mí me gustaría ser padre con 30 años", una edad que también le parece bastante correcta a la joven. "A mí me queda un año y medio para cumplirlos, pero si tarda 9 meses un bebé en reproducirse, me queda poco", y ahí ya Oriana no estaba tan a favor de sus palabras: "Eso es lo que se dice, luego habrá que verlo a la hora de la verdad", y se plantea: "¿Tú ahora me ves como madre? ¿No tengo cara de cría?". Algo que no le parece a su novio aunque sí encuentra algún que otro problema: "Será un percal porque luego se junta con las extensiones, el maquillaje, las fotos, el Instagram".