Unas palabras que ni convencían a su todavía novio y que, además, también le dolían porque ya hablaba en pasado sobre él. "¡Eras! ¡Déjame! Deja tu rencor a un lado, que son seis putos años", intentaba Marina reconducir su discurso: "Te pido perdón, pero me siento muy orgullosa de la persona que soy y espero que te vaya muy bien la vida porque eres un niño espectacular, pero un niño que no tiene nada que ver conmigo". Un perdón que Jesús respondía con un "vale, gracias".
Tras esto, llegaba el momento de tomar la decisión final. Jesús optaba por irse "totalmente solo" y "libre". "Me voy solo porque la persona que tenía al lado era la equivocada, me duele en el alma decirlo. Venía engañado, porque yo vine queriendo, no enamorado, pero queriendo. Pero a base de hostias a diestro y siniestro me he dado cuenta de todo". Unas palabras que, sin poder evitar llorar, Marina reconocía que "me duele". "Ahora le duele", volvía a reprochar Jesús. "Si, joder, me duele, yo no soy de piedra. Yo he estado mucho tiempo con él, lo he querido muchísimo". La joven aseguraba que el dolor estaba en aceptar, de una vez por todas, que su relación de 5 años no iba a ningún lado: "Siempre lo volvía a intentar porque yo creía que se podía salvar, porque yo lo he querido muchísimo, me daba mucho y me ha aportado muchas cosas. Mi familia me apoyaba y me dice: 'Venga, que tú puedes, Jesús es el hombre de tu vida', y llevo muchos años intentando querer a una persona, pero es muy complicado". Pero 'La isla de las tentaciones' había sido un punto de inflexión: "Y yo cuando me he visto con esta situación se ha abierto el mundo, me he dejado llevar porque estaba cohibida por todo, por todo mi entorno".
Tras esto, Jesús lo dejaba claro: "Esta relación se ha terminado para siempre. Yo no me voy a quedar con nada malo, quédate con lo bueno y espero nada más que una persona te quiera nada más la mitad de lo que yo te querido, porque si te quiere la mitad, te va a querer mucho", le decía a su novia reconociendo que la había querido "más que a mi madre". Tras esto, se despedía con un simple "hasta luego, Marina, que te vaya bien" acompañado de un saludo con la mano.
Marina no decide irse con Isaac: "Necesito estar sola"
Marina finalmente se quedaba a solas. "Qué fuerte es esto para mí. Estoy fatal, destrozada, cerrando una etapa. Realmente yo esto lo necesitaba, sabía que lo iba a pasar mal porque yo a esta persona la quiero, porque ha formado parte de mi vida, pero es que necesitaba hacer esto, abrir los ojos", y en los totales reconocía que "la actitud de Jesús me ha parecido muy dura, muy sentida, pero estoy muy orgullosa de lo que hecho y no me avergüenzo de nada, porque lo he sentido".
Finalmente, Sandra Barneda le formula la pregunta de cómo se quiere ir de la isla: "Sola o en compañía de un nuevo amor". Y a pesar de la trayectoria de la andaluza por el programa, decidía no irse de la mano con Isaac. "Yo lo que he sentido es verdad, estoy muy ilusionada por una persona, pero es verdad que yo necesito llegar a mi casa, necesito acostumbrarme a esta nueva vida, asumir todo lo que he hecho, necesito mi tiempo y yo me voy a ir sola. Necesito estar sola", confesaba: "Sentía lo que en la vida me imaginaba que iba a sentir. Lo voy a echar de menos y voy a ir a buscarlo o él me va a venir a buscar seguro, porque de verdad yo la conexión que he tenido con esta persona es muy fuerte y tengo claro que fuera lo buscaré". Pero lo mejor para ella era comenzar esta nueva etapa en solitario: "Es lo mejor para mí. Volvería a la 'La isla de las tentaciones' con los ojos cerrado, ha sido una experiencia súper real y me abierto el mundo y los ojos".