Los miedos y desconfianzas empiezan a aflorar en ambas villas de 'La isla de las tentaciones 6'. Apenas llevan un par de días separados, pero la llegada de las fiestas nocturnas han hecho que las luces de las tentaciones empiecen a encenderse, especialmente en la villa de las chicas, donde ya no queda ninguna por encenderse. En cambio, los chicos han sentido también el peligro de caer en la tentación por parte de sus novias, pero con imágenes. Ha sido la propia Sandra Barneda la que, tras una fiesta, acudía a Villa Playa para hablar con los chicos.
Nada más entrar la presentadora por la puerta de la casa con la tablet en la mano las caras se tornaron un auténtico poema. Fue entonces cuando se encendió la tablet y los chicos pudieron ver por primera vez imágenes de sus novias de fiesta. Que si un baile, que si una charla animada, alguna que otra frase fuera de contexto que hacía pensar lo peor y hasta un chapuzón en la piscina de Marina con su tentador favorito que no gustó nada a Álex.
Aunque el mayor perjudicado -o al menos el más sorprendido- fue Manuel. Este ha podido ver a su novia en un par de ocasiones bailando con Miguel, el tentador, una de ellas en un plano que parecía que estaban besándose; y luego también muy cerquita en la piscina. Unas imágenes que terminaban con un: " Me está gustando mogollón, eh ". Tras esto, Manuel se venía abajo y empezaba a llorar.
El peor de sus presagios parecía estar haciéndose realidad: " A mi novia le gusta ese chico. Lo sé, es que la conozco muchísimo. En un día...". El futbolista aseguraba estar viendo a una Lydia que no era con la que él estaba fuera, su forma de ser era otra: "Mi novia es así con nadie que no sea yo. Ella no es nada cariñosa. Yo sí que soy mucho más abierto, ella no es así". " No tengo palabras para describir lo que he visto de mi amuleto, de mi todo, de mi Lydia. En ningún momento me había imaginado que pudiese conectar con alguien tan pronto", reconocía luego en los totales.
Fue Manuel quien encendió la luz de la tentación
Pero más allá de esto, si alguno de la pareja hizo saltar la luz de la tentación ese fue Manuel. Durante uno de los juegos en Villa Plata, 'verdad o atrevimiento', una de las tentadoras fue retada a darle un beso en el pecho. El joven aceptó y la tentadora cumplió con su parte del 'atrevimiento'. Un gesto que encendió la uz. En cambio, Lydia en su villa se mostraba mucho más serena y convencida de que su novio no estaría haciendo nada mostrando una confianza plena.