Para Laura y Alejandro su paso por 'La isla de las tentaciones' era un punto de inflexión para su relación: si salía como pareja, darían un paso más y se irían a vivir juntos. Incluso el modelo le aseguraba ya a su novia que era la madre que quería para sus hijos. Y el pensamiento parecía consensuado entre los dos, pero el paso de los días, el estar separados y la discreta presencia de Saúl, el tentador, han hecho que Miss Galicia empiece a tener dudas sobre si quiere seguir o no con su novio.
Ya en la cita se sinceraba con su tentador le hacía saber todo lo que se le estaba pasando por la cabeza: "No me esperaba conectar con alguien (...) y si te doy un beso en algún momento es porque lo siento al 100% y porque creo que mi relación está..". Y por el momento no es que lo esté, porque ambos están haciendo lo mismo, tener un acercamiento con una tentación, pero nada más. En cambio a Laura no le está haciendo falta que uno sea infiel para cuestionarse su relación.
"Estoy muy sorprendida de mi misma porque pensé que aquí lo iba a pasar súper mal y ni de coña esperaba estar así con nadie. Creo que cuando salgamos de aquí la vida que me espera junto a él no sé si es la que quiero de verdad. Él tiene mucha ilusión de que me vaya a vivir con él, pero no sé si es lo que quiero de verdad", decía antes de romper a llorar sobrepasada por la situación y sus propios sentimientos: "Ahora mismo tengo tiempo de reflexionar de verdad y saber lo que quiero y no sé si quiero la vida que me espera fuera con Alejandro".
"La diferencia de edad es bastante grande"
Algo que volvía a repetirse horas después durante una visita de Sandra Barneda a la villa: " Aquí me estoy dando cuenta de que hay cosas de mi relación que no me gustan y me da mucho miedo la vida de después de esto, porque sería irme a vivir con él, una rutina con él, la diferencia de edad es bastante grande y creo que él quiere otras cosas y otro estilo de vida que ahora mismo no va conmigo ", le reconocía a la presentadora rompiendo a llorar de nuevo.
La modelo reconocía estar muy triste por sentirse así, especialmente porque veía peligrar su relación sin que hubiese pasado nada con su novio en la otra villa: " Al final no es él, soy yo y lo que quiero hacer con mi vida, mis metas. Él no ha hecho nada malo de momento y lo que más me duele de esta situación es que estoy enamorada, pero no quiero perderlo. Pero es que algo que no cuadra", reconocía llorando mientras sus compañeras intentaban animarla.