Isabel Rábago se convirtió en la expulsada de 'Secret Story' en un duelo con Cristina Porta en el que perdió estrepitosamente. La concursante tenía la certeza de que iba a ser la expulsada porque su lucha contra Cristina y Luca - que se salvó el martes - no era posible frente a la audiencia. Su salida fue de lo más turbulenta porque, previamente, había vivido un ataque de ansiedad al ver el otro que le había dado por la noche.
Su llegada al plató era de lo más esperada porque tenía que hacer frente a todo lo que había dicho Alba Carrillo sobre ella, quien está profundamente decepcionada por cómo ha tratado a Lucía Pariente dentro de la casa de los secretos. En primer lugar, se abrazó como si no hubiera un mañana a Terelu, que no dudó en decirle palabras de cariño: "Muy grande, la educación por encima de todo y el aguante. Orgullo de amiga, nunca nadie te ha podido bajar de lo que eres".
Tras esto, apareció su pareja al fondo del plató y ella se lanzó para allá para abrazarle y decirle mientras lloraba a lágrima vida. Después de todos estos momentos emotivos, llegó la hora de ver el vídeo de Alba Carrillo, quien ha incidido siempre mucho en la traición, por lo que la expulsada respondía: "No entiendo esta reacción de Alba. Traición ¿en qué? Traición en nada. Hemos sido dos mujeres que hemos concursado, que nos hemos respetado, que nos hemos posicionado en nuestros lugares cuando nos correspondía, que no nos hemos faltado el respeto, al menos yo".
Con respuesta de Lucía Pariente
Isabel Rábago ha continuado explicándose y asegurando que ella no se ha portado mal con Lucía: "Hubo un momento del concurso que yo estaba concursando con la madre de Alba pero hubo un momento que decidimos tanto ella como yo que debíamos desvincularnos de ello porque no estábamos siendo leales y fieles al resto de los compañeros. Yo no me he equivocado con la madre de Alba. Alba puede decir, pensar, juzgar lo que considere y no tengo nada más que decir. Yo no he traicionado a nadie, he hecho mi concurso y no voy a entrar en nada más de Alba".
Lucía Pariente escuchaba todo con atención y rápido respondía: "Bienvenida. La retórica ha quedado bonita. Lo de que no me has faltado el respeto luego te ves los vídeos cuando estés por casa y creo que, a lo mejor, en algún momento tendrás capacidad de retracto. Yo, realmente, sí me he sentido mal contigo y tú lo sabes y el último beso que me diste fue de Judas. Yo me alegro de haber sido fiel a mis pensamientos y, que yo te dijera un día que parases, no significa que no tuvieses tú la razón. Por último, has estado diez semanas, felicidades, pero realmente tenías que haber tenido el valor de marcharte porque has llorado mucho, has dado poco juego y lo único que has hecho ahí dentro es caja", concluía.