La socialité ha acudido al plató de 'El Hormiguero' para hablar de su docurreality y de cómo celebra la Navidad en familia, entre otras cosas.
Pablo Motos ha sentado en el plató de 'El Hormiguero' a Isabel Preysler para hablar de su nuevo docurreality para Disney+, un espacio en el que ha reunido a sus cinco hijos por Navidad. Ahora está soltera, es por eso que el presentador le ha preguntado qué tiene que tener un hombre para enamorarla e ella le respondía con sus tres requisitos indispensables: Inteligencia, buen humor y ternura.
La invitada reconocía que los padres de sus hijos habían sido muy importantes para ella, pero sobre todo se ha deshecho en halagos al hablar de su último marido, Miguel Boyer. "Era una persona muy estricta, muy dura, muy seria. Y en casa era todo lo contrario. Con mis niñas era amoroso, cariñoso, con sentido del humor", ha empezado a contar sobre él. "Hay una parte bonita, aunque mucho más dura, hablando de Miguel. ¿Eres fuerte o te has hecho fuerte?", le decía el presentador, recordando así que los últimos años de la vida del expolítico fueron complicados debido al ictus que sufrió. Pese a que ha comenzado a hablar de él estando muy entera, poco a poco se ha ido emocionando, algo que se ha podido apreciar en su voz. Vivir su enfermedad fue muy complicado para ella y para toda la familia.
"Yo soy fuerte, pero es verdad que solo cuando Miguel se enfermó me di cuenta lo fuerte que era de verdad. Fue muy duro. Había mañanas que yo no me quería levantar de la cama. Que tu vida cambie en 180 grados en unos segundos es tremendo", ha contado la socialité. "Que la persona que tú veías de una manera ya ha cambiado y es otra persona es tremendo. Para todos, no solo para mí... Para todos los de la casa fue un cambio tremendo. Miguel estuvo dos meses en la UCI y después dos años y ocho meses en total enfermo", ha seguido diciendo. "No hay otra, hay que ser fuerte"
Por otro lado, ha contado que estuvieron a su lado en todo momento: "Le cuidamos muchísimo. Fue el centro de toda la casa. Pero era durísimo ver a un Miguel Boyer brillante como era a Miguel ya cambiado. Y entonces, claro, te tienes que hacer fuerte. Yo pensaba, ¿qué voy a hacer? No tenía otra que salir adelante. Yo tenía la suerte de que podía conseguir logopedas, fisios, neuropsicólogos... Y yo pensaba: ¿y la gente que tiene que pasar por esto y no tiene ayuda? Entonces no hay otra, hay que ser fuerte", ha añadido, bebiendo agua para pausarse y coger aire.