La quiosquera le entregó la friolera de 86.000 euros de los que tan solo le ha devuelto 10.000 euros, por lo que Loli se está viendo obligada a prescindir de determinadas cosas que con su pensión no puede permitirse. Esta situación trae mucha cola e indigna a todo el mundo, pero lo más sorprendente de todo ha sido que ha recibido la visita de Isa Pantoja en pleno auge de la situación: "La niña vino a verme y se los regalé. Vino el viernes, tenía ganas de verme. Hace mucho tiempo que no la veía".
"Yo a la niña la quiero mucho porque la he criado a la vez de Dulce porque me iba allí temporadas y se acordaba de mí. Estuvieron un rato. Subió Asraf también para recoger los cuadros. Yo más que nada, si a mí me pasa algo, no quiero que nadie los tenga, nada más que ellos, su familia. Como es su madre, el tema ni ella lo saca ni yo intento sacarlo tampoco", explicaba Loli a 'Sálvame'.
Por su parte, Isa Pantoja también se ha pronunciado y ha sido muy clara: "Fui sola, pero no es cierto que fuera con Asraf ni Albertito. Quería ver cómo estaba. Yo soy muy agradecida con la gente que se ha portado bien conmigo. Le tengo mucho aprecio y cariño y me interesa. A mí nunca se me olvidan las cosas que han hecho por mí", comentaba. No cabe duda de que se trata de un sonoro zasca hacia su madre.
Muy apenada porque no le devuelve el dinero
Loli la quiosquera ha hablado claro con 'Sálvame' y se ha mostrado muy apenada por la situación: "Eso de que diga que es un regalo... ¿Regalo? Toda mi puñetera vida trabajando para hacerte a ti un regalo con todos los millones que has ganado y en el momento que te hizo falta, porque según tú no tenías dinero. Así tengo los ojos yo de tanto llorar, pero lloro de pena porque yo nunca esperaba este desengaño tan grande que me he llevado porque ella nunca ha sido así. A ella le han cambiado, no sé si por la vida última que está pasando. Ahora el abogado 'no te preocupes, que todo está en marcha, que esto va despacio, pero que todo está en marcha'".
"En ocho años me ha dado 10.000 euros, yo creo que eso es señal de que es un préstamo, no es un regalo. Me duele que no dé la cara, el silencio es humillante, el desprecio sin motivo, porque yo no le he dado motivos para ese desprecio. El dinero es mío, que lo he ganado, y no he tenido ferias, ni Semana Santa, ni vacaciones en mi vida, siempre trabajando para tener a la vez de mi paguita tener un margen por si lo hubiera necesitado o necesito, como lo necesito ahora una persona que esté conmigo. El hermano no me interesa de ella, pero ¿este silencio?", concluía.