La colaboradora de televisión no ha aguantado más y ha dicho todo lo que piensa sobre los desprecios de su madre.
Isa Pantoja ha decidido romper su silencio sobre sus problemas familiares y lo ha hecho en el plató de '¡De viernes!', donde sobre todo ha hablado de la distante relación que mantiene con su madre, Isabel Pantoja. Entre tanto, quiere poner todo sobre la mesa con el fin de encontrar una respuesta a esta tensión con la cantante, aunque de momento no ha conseguido llegar a una conclusión clara.
De esta manera ha dado un paso al frente, hablando sin pelos en la lengua sobre lo que piensa de su madre. "Me he tenido que chocar con la pared para entender que no basta", ha comenzado diciendo en esta aparición. "Es como si hubiese perdido una madre por segunda vez", ha añadido, haciendo alusión a su adopción. "¿Qué tan grave he hecho para que ella no quiera saber nada de mí? Me adoptó y como quien abandona...Es que ni a un perro", ha dicho, sentenciando de lleno la actitud de su madre hacia ella. Su dolor ha ido creciendo con el tiempo por los continuos desprecios a los que ha tenido que enfrentarse, no solo por no interesarse por su nieto, sino por no haber acudido a su boda con Asraf Beno o por no haberse dignado a levantar el teléfono para saber cómo está cuando ha sido operada de apendicitis. De su salud ha dicho: "El procedimiento ha ido súper bien y ha sido algo rápido. Apenas tengo marcas. Son tres agujeritos", ha dicho, pero eso no quita que no sea importante para ella recibir una llamada de su madre en un momento delicado.
Ahora ha vuelto a confirmar que ha tenido tiempo suficiente para contactar con ella y no lo ha hecho. "Mi madre no me ha querido llamar ni venir a ver, Anabel ha estado a su alcance y ella no ha dado el paso. Yo pensaba que la llamada se iba a producir. Al igual que en mi boda sabía que no me iba ni a llamar, ahora sí creía que vendría a visitarme", contaba en 'Vamos a ver', muy dolida por cómo se ha portado con ella. Un distanciamiento que crece
Esta entrevista le ha servido para desahogarse, sabiendo a ciencia cierta que no servirá para tener un acercamiento con ella, porque ha tenido muchas ocasiones para hacerlo y no ha movido ni un solo dedo a favor de tener una buena relación con su hija.