Para Isa Pantoja no ha sido fácil la entrevista: "A mí, las cosas que ha contado sobre mí, el dolor sigue siendo el mismo y ahora me doy cuenta que era consciente. Vi a mi hermano con mucha fuerza y con tono de burla. Sé perfectamente cómo son. Si a mi hermano le aplaudes con esto se sube y cuenta más cosas". Además, ha asegurado que en cierta medida le molesta: "Recordemos que cuando dije que mi madre no había querido llevarle a un centro la que se lió. Me está dejando en ridículo al fin y al cabo porque es una situación vergonzosa y dolorosa porque no tiene que decir esas cosas, sobre todo si yo no las sé. Él no habló conmigo durante cuatro o cinco meses y yo eso no lo voy a hacer. Es súper doloroso para mí".
La colaboradora ha querido recalcar que no se ha sentido inferior nunca: "Nunca me he sentido inferior, porque cuando eres madre y te quedas embarazada de una noche y no lo buscas, parir es algo casi involuntario y adoptar a alguien es un acto de amor increíble, es un hijo deseado, siempre me he sentido igual y siempre me he sentido igual". En cuanto a su relación familiar, reconoce que hay carencias: "Es verdad que en mi familia no ha habido unos puntos clave de decir, los pilares. No hay unos pilares, ni unos valores. Ella no va a hablar de este tema y yo tampoco voy a decir nada. A lo mejor esos valores no los tenemos pero no voy a sentarme y a decir eso".
Necesita a su madre
Tras esto, se mostraba más vulnerable: "Yo tengo un problema desde pequeña. No quiero estar sola no en cuanto a pareja, necesito el coger el teléfono y decirle a mi madre cómo estás porque es la única persona que no me juzga. Mi madre es mi madre, está por encima. Yo me doy cuenta desde los 7 años de cómo son las cosas y me he peleado con ella porque no entiende mi modo de vida y chocamos mucho porque no me callo. Yo soy consciente de lo que pasa pero por un lado intento normalizarlo y llega un momento que ni me afecta. No voy a hablar con mi madre ni a preguntarle si ha dicho porque el simple hecho de cuestionarla no lo voy a hacer y no la veo capaz. Al fin y al cabo ella siempre va a estar ahí y yo no podría vivir con la conciencia de que le puede pasar algo por mi culpa. No hablamos de los temas porque no encontramos solución. Egoístamente nos engañamos así y yo vivo mucho más feliz y mucho más tranquila", concluía.