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Kiko Rivera e Irene Rosales entraron a 'GH DÚO' con la intención de abrirse en canal y dejar que todo el mundo les conociera. El hijo de la tonadillera fue franco desde el principio y habló sin tapujos de su adicción a las drogas y de sus problemas económicos. " Tuve mucho y lo malgasté, luego cuando mi madre lo necesitó no pude dárselo", contó.
Hasta ahora su mujer se había mantenido en silencio, pero ha tenido una conversación con Carolina Sobe en la que ha contado con pelos y señales el mal momento por el que tuvieron que atravesar.
"Yo cuando empecé con él estaba trabajando en un bar y ganaba 6 euros la hora, ganaba 300 euros y tenía que pagar la manutención de mis hijas, la casa...Nos hemos ido apretando y él se ha dado cuenta que ha malgastado mucho dinero, muchísimo. Él se iba a trabajar y ¿qué hacía yo?. No le podía controlar y darle lo justo. Además el dinero que él ha ganado es suyo, yo no le puedo decir 'dámelo'", ha explicado Rosales. " Hay meses que hemos vivido solo de mí porque yo tenia un blog en una revista y lo que ganaba de ahí era lo que entraba en casa"
" Estoy empezando desde cero en todos los aspectos. Me tuve que sentar con mi madre y decirle: 'mama, es que no me queda otra, o doy el pasito o me arruino mi vida por mi vida y la de mi hijas'. Al final las deudas de hacienda y de cosas de esas van a ir aumentado hasta un momento que no se pueda pagar y les va a llegar a mis hijas", ha contado la sevillana.
Contenta de haber dado el salto a televisión
Además, Irene Rosales asegura que ha hecho bien en formar parte del reality porque ahora la gente puede juzgarla con conocimiento. " Estoy contentísima de haber dado el paso de entrar, primero porque me ha solucionado la vida, segundo porque cuando tienen una imagen de ti sin conocerte y dices, qué rabia. Ahora todo el mundo tiene el derecho de juzgarme como quiera, pero antes sin conocerme no".