Su marido y su cuñada han tenido una conversación más que necesaria en la que han hablado de sus problemas familiares.
Irene Rosales ha querido contar en su aparición en Viva la Vida cuál ha sido el contenido de la conversación que ha tenido su marido, Kiko Rivera, con su hermana Isa Pantoja después de que haya salido de 'La casa fuerte 2'. Esta conversación ha llegado en un momento en el que todavía continúa la polémica entre el DJ y su madre. Al parecer fue Isa Pantoja la que decidió llamar a su hermano preocupándose por él e intentando entender lo que había sucedido.
"Nos dijo que no había dormido nada dándole vueltas a todo...", ha comenzado diciendo Irene Rosales al respecto. Lo cierto es que la hermana de Kiko Rivera le dio la razón desde el concurso pero lo que sí dijo es que cree que ningún momento debió hacerlo público. Un duro golpe llego después cuando decidió llamar a su madre para ver cómo se encontraba en medio de la polémica y la tonadillera decidió no cogerle el teléfono. Según ha añadido Irene Rosales al parecer su marido le pidió a su hermana que fuese directamente a cantora para ver a su madre puesto que pese a que con ella no tenga relación, quiere que su hermana no la pierda. La colaboradora contó: "Lo primero que le dijo Kiko fue 'Vete a ver a mamá' para que luego digan que quiere separarlos e Isa dijo que sí, que iba a ver su hijo y después iría sola a ver a su madre". Todo parece indicar qué Isa Pantoja tiene claro que quiere seguir manteniendo la relación tanto con su madre como con su hermano Kiko, aunque no será tarea fácil.
En esta discusión familiar parece que no cuenta con el apoyo de Asraf Beno, su pareja, y es que él mismo dejó claro en el plató de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' que no estaba dispuesto a ir a visitar a su suegra: "Yo no voy a ir a Cantora, se me caería la cara de vergüenza". ¿Limarán asperezas?
De momento no se sabe cómo se desarrollará el vínculo que existe entre Isabel Pantoja y su hija, pero lo que está claro es que la familia pasará unas navidades bastante atípicas no porque estén marcadas por la pandemia del coronavirus, sino porque además están más distanciados que nunca y puede que no lleguen a reconciliarse.