Pues bien, la colaboradora de 'Viva la vida' dio la cara en su programa después de la polémica exclusiva de Kiko Rivera y se mostró de lo más nerviosa y triste por la situación. Sin embargo, el domingo ocho de noviembre ya estaba más relajada y no dudó en explicar cómo se gestó el hecho de que el DJ acudiera a 'Sábado Deluxe' para hablar sobre la infidelidad a su mujer.
"Estoy algo mejor, ayer estaba mucho más nerviosa", comenzaba diciendo y apuntaba que todavía no ha habido ninguna comunicación entre madre e hijo. La colaboradora explicaba que Isabel Pantoja habló con ella cuando se enteró que Kiko Rivera iba al Deluxe: "Me dijo '¿es verdad que mi hijo va a ir al Deluxe? ¿Te lo ha comentado? ¿Estás de acuerdo?'. Yo le dije que sí, que estaba de acuerdo", relataba Irene Rosales.
"Nosotros creemos que con la relación que tenemos, llevamos muchos años y era el momento de contar la verdad para no tener más piedras en el camino. Nosotros llevamos 7 años y no porque se haya sentado en el Deluxe significa que vendamos los problemas. Él fue para contar los mensajes con esa chica y ya está. No me he sentado nunca para contar los conflictos de mi casa", contaba Irene Rosales. Además, añadía: "Le dije que si le era más cómodo iba incluso con él al Deluxe. Yo antes no trabajaba en la tele pero a la conclusión que llegamos es que aunque él no fuese al Deluxe yo tendría que estar hablando de la infidelidad aquí en 'Viva la vida'. Es un tema que tenía que hablar porque trabajo en televisión".
Un mal momento
Sin embargo, todo lo que ha conllevado la entrevista de Kiko Rivera parece que no ha merecido la pena para Irene Rosales: "Si yo llego a saber todo lo que va a venir detrás le hubiera dicho que no se sentara en el Deluxe". "Han sido un cúmulo de cosas. A Kiko no le gustó la llamada de su madre y se han sumado cositas", explicaba Irene Rosales sobre la complicada situación.
Además, han vuelto a salir algunos temas económicos y la colaboradora no ha dudado en explicar lo que sucedió con la exclusiva por el bautizo de su hija: "En el bautizo de mi hija, Isabel hizo una exclusiva y nosotros la nuestra. Íbamos juntos pero cada cuál negoció su exclusiva", contaba, algo que muchos de los colaboradores no entendían puesto que son familia y podrían ir a medias.