La colaboradora ha vuelto a su programa de las tardes de los fines de semana y ha contado por qué se marchó.
La vuelta de Irene Rosales a la televisión ha dejado claro que está recuperada de todo lo que le atormentaba cuando se marchó de 'Viva la vida' sin saber cuando sería su vuelta. Ahora que ha decidido retomar su faceta televisiva ha hablado con 'Viva la vida' y ha confesado que no se encontraba bien y que debía haber tomado la decisión antes: "Me ha costado venir. Creo que es la mejor decisión que tomé, retirarme. Yo debí tomarme mi tiempo cuando pasó todo lo de mi madre y con mi padre exactamente igual y sin embargo quise seguir adelante con todo". "Ha sido un cúmulo de tantísimas cosas, tanto lo mío como lo de mi marido que la cabeza no podía más, me iba a explotar. Tenía mucha ansiedad por todo. Cualquier cosa me suponía un mundo. Sigo teniendo ansiedad cuando vienen problemas que no sé cómo afrontar pero fue la mejor decisión para disfrutar de mi marido, de mis hijas, de mi familia. Estoy con un especialista, un chico maravilloso, y con mi familia, que ha sabido ayudarme y escucharme", contaba la colaboradora durante la entrevista.
Respecto al fallecimiento de sus padres, habla emocionada: "Ahora es cuando los siento más que nunca. Antes los tenías físicamente y estaba hecha a que ellos estaban ahí pero ahora los siento como que me protegen día a día. Me siento protegida, que me escuchan, que todo lo que hago tengo su apoyo. Todo acto que yo hago mi madre está conforme y si es algo erróneo ella sabe que yo sé recapacitar". Además, habla del nacimiento de su sobrina: "Mi sobrina es una bendición. Se ha tenido que ir otra persona para volver otra al mundo".
Sus problemas con Kiko Rivera
En cuanto a su relación con Kiko Rivera, Irene Rosales asegura que él no quería que dejara la televisión: "Kiko no quería que yo me retirara de la tele pero es cierto que me veía mal entonces si yo iba a estar bien quitándome de aquí me apoyaba al cien por cien. Yo no expreso mis problemas, no soy de hablarlos. Él sí es más que le noto mal o que está cabizbajo pero conmigo no comparte los problemas por no darme disgustos. Mis problemas me los quedo para mí y cuando me quedo a solas es cuando digo 'estoy muy mal de la cabeza'. Yo me intentaba solucionar los problemas, me ponía a hablar como loca con mi madre, me pongo hasta a pelear con ella".
En cuanto a las infidelidades, Irene Rosales también habla claro: "Con Kiko hemos tenido momentos complicados. Queriendo no me ha dado quebraderos de cabeza pero sin querer sí. Es mucho más lo que se puede interpretar por televisión que lo que pasa en casa. Inmediatamente lo hablo con mi marido. Me lleva a confiar la situación en sí porque fue todo muy surrealista y porque no me puedo pasar la vida desconfiando de mi marido". Además, no ha tenido problema en hablar del momento más complicado que atravesó su matrimonio: "A punto de separarnos fue cuando le di el ultimátum por las adicciones. Ahí fue porque había nacido Carlota, no podía más, tenía que enfrentarme a una niña de dos años y a la que acababa de nacer. O ponía pies en pared o me separaba. Lloró mucho el pobre y no solo ese día porque fue un momento bastante duro".