La segunda emisión de '¿Quién es mi padre?' ha generado mucha expectación al tener por protagonista al Rey Juan Carlos y sus presuntos hijos ilegítimos. Uno de ellos Albert Solá, conocido mesiánicamente en España y que ha fallecido justo una semana antes de que su historia fuese de nuevo objeto de un programa de televisión. Pero a su testimonio se sumó otro, el de Ingrid Satiau, otra mujer que asegura ser hija del Rey Emérito fruto de un romance que su madre tuvo con el por aquel entonces Príncipe de España.
" Desde el año 2012 estoy luchando. Me ha costado años de depresión, pero sigo creyendo en la esperanza de que haya un cambio. Me ha costado 3 meses en una clínica, antidepresivos y he engordado 30 kilos. No me rindo ", confesaba la propia Sartiau a las cámaras del programa durante su visita a España el pasado mes de mayo coincidiendo también con la visita del Rey Juan Carlos a Zarzuela desde que se instalara en Abu Dabi 2 años atrás.
"Tenía ganas de conocer donde vive mi padre, la Zarzuela. Hace unos años mi madre me dijo que mi padre es el Rey Juan Carlos. Yo pienso que cada hijo quiere conocer a sus padres. He venido con mi hija y mi nieto porque hay mucha gente que dice que mi hija se parece bastante a la Infanta Cristina y sobre todo el bebé, que se parece al Rey Felipe y al Rey Juan Carlos cuando era un niño ", decía Ingrid a varios metros de la Zarzuela y tras ver pasar al que dice ser su padre en un coche durante escasos segundos.
Según esta cuenta y apoyada por el testimonio de su tía, hermana de su madre -quien falleció 2 años atrás-, la historia de amor habría comenzado en los años 50. La madre trabajaba en el castillo de Westerloo, en Bélgica, para la familia de Mérode y a sus diferentes eventos sociales acudía el por aquel entonces Príncipe. Allí, tal y como supuestamente le contó a través de Facebook Pol de Mérode, fue donde se conocieron y empezó su romance.
Su tía, hermana de su madre, apoya su versión
"Tuvo un flechazo con mi hermana. Se conocieron en la casa de los Mérode. Allí se conocieron de forma escondida, ella estaba al servicio de esa gente. Ella no sabía que era el Príncipe de España, lo supo después de meses de relación y en un ataque de pánico se marcho del hotel en el que había estado con él. Tuvo miedo", definiendo una relación de idas y venidas: "Se dejaron durante un tiempo, luego se buscaban. Se escribían y se llamaban por teléfono. Mi hermana siempre quiso protegerse".
Fue en 1955 cuando la madre de Ingrid se quedó embarazada y, según la hermana, ahí el Rey Juan Carlos deja de dar señales. Por precaución, la madre de Ingrid la deja los primeros años de su vida en una familia de acogida para protegerla porque "tenía miedo". En cambio, 2 años después, la recupera y se van a vivir primero a un piso y luego a una casa de grandes dimensiones que Ingrid no se explica cómo se la podía permitir: " Me preguntó cómo tuvo medios para pagar todo esto. Teníamos jardinero y una niñera para mí. Todo eso no cayó del cielo", reconocía dando a entender que podría estar recibiendo una ayuda económica por tratarse de quién se trata.
En cambio las cosas cambian de la noche a la mañana: " Cuando vivíamos en esa casa pasó algo de lo que ella no quería hablar. Hubo un incendio y ase acabó todo. Su vida se vino abajo". "Si mal no recuerdo, llegó un señor y algo hubo", recuerda la hermana de la supuesta expareja del Rey Juan Carlos. Allí se quemaron muchos recuerdos, también evidencias de esa relación. En cambio Ingrid asegura tener cartas que en su día el que dice ser su padre le mandó a su madre, pero no ha querido enseñarlas en televisión porque quiere que sean pruebas ante la justicia, donde quiere seguir luchando por reconocer su verdadero origen.