Por este mismo motivo, fue para muchos una sorpresa la actitud con la que esta llegó al plató de 'Sálvame' el pasado jueves 19 de agosto para ser una de las comensales de 'La última cena' con Melyssa Pinto y Tom Brusse a los fogones. Para la exazafata era ya todo un reto volver al este plató en el que vivió grandes momentos, algunos buenos, otro no tanto, y desde el que últimamente su exmarido no deja de proferir malas palabras hacia ella y su familia.
En cambio, Makoke lo hacía con una actitud calmada e incluso pacifista en medio de todo el conflicto. Todo surgió a raíz de la sorpresa que el programa tenía preparada esa noche: Un comensal de última hora. Paz Padilla le preguntaba a Makoke qué pasaría si fuese alguno de sus enemigos públicos como, por ejemplo, Kiko Matamoros.
"No tengo nada que preguntarle"
Por este mismo motivo, Makoke reconocía que no tendría problema alguno por que el colaborador se sentase a la mesa esa misma noche: "Si le hablaría, claro. Le diría: 'Buenas noches'. Yo soy una persona educada", aunque reconocía que la conversación tampoco iría mucho más allá: "Pero no tengo nada que preguntarle". Tras esto, la colaboradora intentó escurrir el bulto para dejar de hablar de un tema que, seguramente, ocupará de nuevo más minutos de televisión.