En cambio, esta luego vivía con júbilo el estar compartiendo tiempo y espacio con alguien como Jesulín, también cantante de 'Toda Toda' -o como el mundo la conoce 'Toa, Toa'-, un personaje de la cultura pop en España a pesar de todo: "Me hace una ilusión que me quiero morir. Jesulín forma parte del imaginario del colectivo español y como buena persona nací en los 90 y no es de mis favoritas ni de mis infavoritos", decía luego la presentadora cuando Jesulín la visitaba durante el cocinado en compañía de Samantha Vallejo-Nájera.
La también jurista reconocía que el tiempo que habían estado juntos en las cocinas le habían permitido conocer otro lado de Jesulín de Ubrique: "Por el ratito que llevamos aquí me parece que tiene una filosofía dura. Ahí, ni trampa ni cartón el tío. Un garito que se llama Ambiciones te lo dice todo", bromeaba Inés Hernand que se venía mucho más arriba en los totales: "¡Cómo es el día de hoy! Presdido por Jesulín de Ubrique. Yo tengo que decir que este invitado me ha dejado descolocada. Que si tengo que dibujar mi agenda de 2024 jamás contemplaría cruzarme con Jesulín de Ubrique y aquí estamos, limpiando. ¿Qué te digo, Jesulín? Pues que viva España. ¡Muy fuerte la 'Yisus'!".
Descolocado igual dejó Cristina Cifuentes a Jesulín de Ubrique con sus palabras. El torero visitaba a la ex Presidenta de la Comunidad de Madrid durante su cocinado en compñía de Pepe Rodríguez. Estos hablaban con ella la decisión que había tomado de simplemente leerse la receta de la prueba durante un minuto para dejarle tiempo a sus compañeras -aquí te explicamos todo lo que pasó en esta prueba-: "Yo voy a cumplir 60 tacos y con la edad se pierde un poquito de retentiva".
El dardo envenenado de Cifuentes a Jesulín por su papel como padre
En cambio, se le pasó por alto que el diestro tiene otra hija con Belén Esteban, Andrea Janeiro, que bien sabido es que no tiene relación con su padre. En más de una ocasión la colaboradora de 'Ni que fuéramos shhh' ha denunciado públicamente que Jesulín no se había hecho cargo de su hija de la igual que lo hacía como el resto, cuestionando así su figura como padre en lo que a ella le correspondía. Por ello, teniendo en cuenta esto, las palabras de Cristina Cifuentes a Jesulín de Ubrique tenían un doble significado que pasó de ser un halago a un dardo envenado sin seguramente darse cuenta.