María Teresa Campos se ha marchado a los 82 años después de sufrir una insuficiencia respiratoria aguda y tras un año en el que su salud se ha ido deteriorando a marchas agigantadas. No ha sido nada fácil para la familia ir viendo como la gran comunicadora se iba apagando poco a poco pero han estado a su lado en todo momento para llevarla de la mano siempre.
Si ha habido una persona que ha estado al lado de María Teresa Campos ha sido Gustavo, quien comenzó siendo su chófer pero el que se convirtió en su mano derecha durante muchos años. El asistente ha estado a su lado en todo momento y, pese a que los últimos meses han sido algo convulsos, ha terminado estando al lado de la comunicadora en sus últimos días.
Como no podía ser de otra manera, Gustavo ha sido uno de los primeros en acudir a despedir a María Teresa Campos y ha tenido palabras de cariño hacia la que ha sido su 'jefa' durante todos estos años: " Muy triste. Se ha ido mi media naranja, formamos un equipo maravilloso y estoy roto. Es la número 1. No habrá nadie como ella nunca, por mucho que lleguen otros, nadie pisaba un plató como ella".
Han sido uña y carne
Gustavo ha continuado destacando aspectos de María Teresa Campos, sobre todo su generosidad, algo con lo que todo el mundo está de acuerdo: "Me quedo con la generosidad en todos los aspectos, la mujer más generosa del mundo, en todos los aspectos. Como madre, como amiga, como compañera. Era súper generosa, todo lo daba, tú le pedías algo y te lo daba por cinco, se ofrecía ella a dártelo. La número 1 ".
Ahora, Gustavo tendrá que aprender a vivir sin tener esa relación tan cercana y tan bonita con María Teresa Campos, con la que ha trabajado durante muchos años y a la que ha despedido en su último día, pese a haber protagonizado algunos momentos complicados en los últimos meses por filtraciones a la prensa y demás situaciones delicadas.