Galería: Kiko Hernández, una vida en imágenes
'Sálvame' terminaba su emisión el viernes 29 de junio con un bombazo que afectaba de lleno a uno de sus colaboradores: Gustavo González. El director del programa, David Valldeperas, aseguraba que el tertuliano habría pactado con una revista para vender varias fotos de uno de sus compañeros, Kiko Hernández. Este, que ejercía de presentador en ese momento, se sintió traicionado por su colega y, sin pensárselo dos veces, lo echó del plató, no sin antes avisarle: " El lunes hablaremos ".
El esperado día ha llegado y González y Hernández se han sentado frente a frente para aclarar lo sucedido. Mientras que el periodista valenciano niega por activa y por pasiva que él haya obtenido beneficio económico de ese acuerdo con el magazine, el exgran hermano asegura que él no es el único al que la pareja de María Lapiedra habría vendido: "A mí me han dicho de Gema López, me han dicho de María Patiño, me han dicho de Belén Esteban, y la que me han dicho, que me pueden demostrar que ha sido una vez cada cuatro meses y que es reincidente tu fijación por ella, es Terelu Campos".
Al parecer, cada vez que la hija de María Teresa Campos y González se reunían por casualidad en algún sitio, poco tardaban en aparecer los paparazzis del medio de comunicación con el que el valenciano colabora para fotografiar a la malagueña. "Cuando coincidían en un restaurante, a los dos minutos sabíamos que aparecería la agencia de Gustavo González", agregó Hernández. Por su parte, el periodista continúa defendiéndose y alega que nunca ha sido "desleal" a ninguno de sus compañeros, echando la culpa de este escándalo a una especie de mano negra: "Hay gente a la que caigo mal, compañeros con los que he tenido problemas", apuntó González, dejando caer que alguien le había boicoteado.
Las fotos de la discordia
El enfado de Hernández viene porque el contenido de las imágenes con las que González trabajó podría haber fastidiado una exclusiva que ya tenía apalabrada. El exgran hermano acordó hacer un reportaje con una revista para mostrar su hogar en primicia, pero cuando las fotos con las que se relaciona al valenciano se dieron a conocer, el medio se vio obligado a comprarlas para no estropear la noticia. El periodista se justifica explicando que él "entendía que eran unas fotos sin ninguna importancia, puesto que tú ya habías anunciado que te ibas a cambiar de casa", comentó a Hernández. Del mismo modo, promete que "no ha habido traición, ni ocultación, ni negocio" y que no ha visto nada de dinero por esas instantáneas, desmintiendo el testimonio del tertuliano, que asegura que se llevó el 30% del beneficio de la venta.
Esta supuesta traición hacia Hernández ha provocado que la confianza que el resto de los compañeros tenía hacia Gustavo González se vea socavada. Concretamente, María Patiño ha reconocido que el valenciano está "dentro del circuito de dudas" por unas imágenes de ella que no llegaron a publicarse. En las fotografías, la de A Coruña aparecía junto a un familiar muy cercano en un lugar en el que solo su círculo de confianza podía saber que estaba. A pesar de las sospechas de la periodista, dice estar dispuesta a dar un voto de confianza a González porque siempre lo ha considerado un amigo íntimo, y asegura que moverá cielo y tierra para dar con la persona que vendió esos robados a la agencia de prensa. La caza de brujas ha comenzado y Gustavo González ha sido el primer acusado, pero todo apunta a que no será el único.