Primero fue María Patiño, gracias a su compañera de trabajo, Belén Esteban, quien confesó a las amenazas laborales a las que tuvo que hacer frente la periodista por dar información de Rocío Carrasco y su marido, Fidel Albiac. "Cuando comencé pidió mi cabeza porque tenía información de él", confesaba la periodista.
A este carro se sumó su compañera Gema López quien aparte de apoyar la confesión de Patiño, decidió contar la experiencia que tuvo con la pareja tras confesar que Albiac tuvo un enfrentamiento con el tío de su esposa, Amador Mohedano. "Me cantó las cuarenta a las dos y media de la mañana, que de dónde había sacado esa información, que tenía que rectificar ", añadió la colaboradora.
Parece que ahora es Gustavo González quien también ha sufrido el poder mediático de Fidel Albiac tras informar que Rocío Jurado, madre de Rocío Carrasco, pasó un mes en Houston por una grave crisis. Esta noticia fue desmentida por la familia, lo que provocó que Fidel Albiac se quejara a la dirección del programa y pidiera al periodista una rectificación pública. "Pidió mi cabeza", añadió.
Más confesiones
Estos tres colaboradores, han sido los primeros en manifestar las presiones mediáticas a las que tuvieron que enfrentarse por culpa de ejercer su profesión e informar de todo lo que ocurría alrededor de la pareja. Tanto es así que todos coinciden en que Albiac tenía el poder de contactar con el jefe de la cadena para frenar cualquier información de su vida.
Además, el periodista Jesús Mariñas contó en 'Sálvame' el inicio del conflicto entre 'la más grande', su hija y su exmarido. Rocío Carrasco le dijo a su madre que iba a casarse con Antonio David Flores y, aunque así fue, este fue el motivo del encontronazo entre suegra y yerno ya que la cantante se oponía ante tal unión. La hija de esta amenazó con que o la dejaba casarse o cuando tuviera la mayoría de edad se iba con él y nadie más sabría de ella.