"Cuando se habla mal de una persona es como tirar confeti desde lo alto de un campanario, nunca se termina de recoger todos los pedacitos de papel y todavía había mucha gente que me prejuzgaba, por ello tuve que empezar a trabajar no de cero sino de menos mil", han sido unas de sus palabras.
A pesar de todo lo malo a lo que ha tenido que enfrentarse, está agradecida y feliz por cómo sus fans la arroparon y por la actitud que ha conseguido tener frente a la vida. "No hay que rendirse. Simplemente levantas tu cara y sigues buscando esos rayitos de luz que hay en tu vida", ha dicho muy emocionada.
Con su vida más que reconstruida, parece que no le falta nada para ser feliz: "Estoy muy bien. Con una familia preciosa, un grupo de amigos y equipo de trabajo y fans a prueba de todo: los amo y los veo como mis ángeles", y ha aprovechado para hablar de su relación con su marido, Armando Gómez, con el que lleva 16 años casada y al que conoció al poco tiempo de salir de la cárcel. Fue ella quien se propuso buscar a alguien que llenara su vida, y pensó: "el primer chavo que vea que esté de buen ver, que no sea de la prisión, le voy a coquetear". Otro aspecto de su vida del que ha hablado ha sido del maltrato, algo por lo que estuvo alejada de su familia y de sus amigos: "Cuando la gente está viviendo algo así hay que ayudarla. Muchas veces la gente no puede salir de algo así sola".