Rocío Flores tuvo la suerte de vivir dos reencuentros. Primero estuvo con su novio Manuel, al que había muchísimo de menos y tenía muchas ganas de besar y abrazar aunque fuera con un plástico de por medio. Tras cortar la conexión, la pareja pudo estar unos instantes solos y entonces el joven aseguró que no reconocía físicamente a su chica: "No te conozco ya, me han cambiado la novia", decía mientras miraba el cuerpo de la hija de Antonio David Flores tras haber perdido durante la aventura 15,6 kilos.
Y el otro reencuentro fue, junto a Ana María Aldón, con su tía Gloria Camila. "Estáis guapísimas. Os lo merecéis tanto... Sois mis ganadoras y como mujer me siento muy orgullosa de que las dos hayáis llegado hasta la final. Os adoro y lo habéis hecho genial", decía la hija de Ortega Cano mientras miraba de arriba a abajo a ambas, contándole a la mujer de su padre que ya tiene preparadas para ella dos pelucas estupendas como era su deseo.
Confiaban más en Ana María que en Rocío Flores
E insistiendo en que están muy orgullosos de su actuación, la hija de Ortega Cano le confesó que confiaban mucho más en Ana María que en Rocío, considerando que flaquearía pronto como ella misma también pensaba: "Yo ya sabía que Ana María tenía mucha fuerza mental pero tú, Rocío, que decías que te ibas a ir la primera semana y mira. Todos los pensábamos, y habéis superado las expectativas".